POR: CESAR CARO JIMÉNEZ
Este último viernes, a falta de ideas y políticos con visión de futuro, se efectuó en la provincia de Ilo la inauguración de una reunión de tres días denominada “II Congreso Macrorregional de Alcaldes del Bicentenario”, teniendo como excusa el “Impulsar el Desarrollo Económico, Social y Turístico de manera articulada entre las Municipalidades del Perú”, la cual contó con la presencia del actual Presidente Constitucional del Perú quien fiel a su estilo habló, pero no dijo nada.
Y si bien, al momento de escribir estas líneas no conozco los acuerdos y conclusiones de dicho evento, no tengo la menor duda de que los mismos, palabras más, palabras menos, serán similares en desvaríos y promesas a los esbozados en anteriores y similares eventos que se diluyeron en la nada a las pocas horas o días de efectuados, tal como lo hemos podido observar a través de varias décadas.
Y lo que es peor: hoy en día carecemos de referentes políticos en los cuales creer o tener un mínimo de confianza en razón a su personalidad, ideas y prestigio. Están lejanos los días en los cuales existían políticos y partidos que si bien es cierto dejaban mucho que desear, cuanto menos tenían ideas que despertaban esperanzas…a lo que se agrega, que también inmersos en lo que Vargas Llosa denomina la civilización del espectáculo, ya casi nadie lee y aquellos que han leído uno que otro libro, muchas veces, –como lo señala Sartre–, se convierten en los sujetos más peligrosos, sobre todo si son políticos, porque creen saberlo todo, refugiándose en los dogmas y en el dios internet y su mesías Google, aspectos que se agravan porque a la par que ya no hay políticos serios e informados, también ya no tenemos nuevos González Prada, Mercedes Cabello de Carbonera, José Carlos Mariátegui, Luis Valcárcel, Jorge Basadre, Pablo Macera, Alfonso Quiroz por citar algunos, a los que si bien es cierto escucharon poco y ocultaron más, sobre todo cuando resaltan (Basadre) por ejemplo que “los pedantes de un solo libro, un solo autor, o de un solo ídolo, los dogmáticos presos en la monotonía de sus silogismos, los obcecados ciegos, abundan en nuestros días en todo el mundo y contribuyen a su desconcierto y confusión.
Lo que faltan son hombres despiertos, inteligentes, sabios, vigilantes, constructivos, eficaces, con ideales, pero no con consignas”; o que como Gonzáles Prada refiriéndose a las “figuras y figurones” políticos, exclama: “No esperen ustedes de mis labios reticencias, medias palabras, contemporizaciones, ni tiros solapados y cobardes: expreso clara y toscamente las ideas; sin máscara ni puñal, ataco de frente a los malos hombres públicos. No hablo para incensar a los que mandan ni para servir de vocero a los que sueñan con arrebatar el poder, sino para decir cuánto me parece necesario y justo, hiera los intereses que hiriere, subleve las iras que sublevare”.
Pero volviendo a nuestra triste época, a nuestros limitados gobernantes y a nuestra región cabe preguntar: ¿qué se ha logrado en el marco del citado Congreso? ¿se justifica lo invertido en recursos económicos, tiempo y organización del mismo con los resultados obtenidos en un estricto análisis de costo-beneficio? ¿Ha participado la gran y mediana empresa en el diseño, análisis de las posibilidades futuras y presentes de la economía regional?
¿Se ha aprovechado la ocasión para establecer estrategias, cronogramas y actividades en procura de crear las condiciones para hacer realidad el proyecto denominado “Corredor Ferroviario Bioceánico Central” que es vital para el desarrollo no solo de nuestra región sino de toda la macro región sur del Perú? (Proyecto que quizás tenga la última posibilidad de hacerse realidad en función a la cercanía ideológica entre los actuales gobiernos de Perú y Bolivia, para lo cual es vital firmar o establecer acuerdos concretos e inversiones que superen cualquier cambio futuro en cualquiera de ambos ejecutivos).
¡Me temo que no! …Porque en el caso, tanto en el caso del alcalde de Ilo, como del gobernador regional, además de carecer de ideas adecuadas respecto a lo que se puede y debe hacer, no supieron aprovechar su cercanía durante el Gobierno de Vizcarra para impulsar proyectos sustentables en el tiempo, convirtiendo así su gestión en años perdidos para el desarrollo. ¡Y cuidado, la pandemia no es excusa, considerando que además muy bien pudieron impulsar determinados acuerdos de colaboración con la empresa que merced a su capacidad económica y productiva y ubicación geográfica es determinante tanto en nuestro departamento como en Tacna!
Y esto último, sin olvidar a aquella otra que debe iniciar sus actividades productivas en el transcurso de los próximos años, pero que puede ocasionar serios problemas ambientales y de congestión vehicular al trasladar su producción, hecho que podría ser fácilmente solucionado si realmente tuviéramos un gobernante que piense ante todo en el bien común.