Según Raúl Jacob, vicepresidente de Finanzas y CFO de Southern Copper, la empresa planifica en el proyecto Tía María la construcción de una planta desalinizadora de agua de mar que se instalará al norte del distrito de Mejía, en el sector de playas, con lo cual no se afectará el uso de los agricultores, aseguró.
RITMO DE AVANCE
En otro momento, resaltó el retraso que mantiene la construcción de la represa de Paltuture debido a cuestiones legales y a la falta de consensos entre las autoridades de Arequipa, Moquegua y Puno para sacar adelante dicho proyecto. Esta obra (represa) aliviaría el estrés hídrico que pasa el Valle de Tambo en época de estiaje.
“En el caso Tía María, la línea de tiempo de su construcción es más corta que la construcción de la represa que aún cuenta con nudos legales. Por ello hemos decidido apostar por la construcción de una planta desalinizadora en la costa de Islay” precisó el alto ejecutivo.
REQUERIMIENTO DE AGUA DE MAR
De acuerdo a información de la minera, el proyecto Tía María requiere durante su explotación/operación de 235 l/s que vendría totalmente del mar. Indican que al agua de mar se le quitará la sal por un proceso denominado ósmosis inversa. Del total de agua de mar captado, el 40% se usará en el proceso minero, y el 60% será devuelto al mar en forma de salmuera, sin generar impactos ambientales negativos, aseguran.
LA SALMUERA
Además señala la empresa minera, que la salmuera que se devolverá al mar, se transportará por un ducto a 856 metros de distancia desde la línea de alta marea, más 100 metros de ductos con difusores cada 5 metros, (es decir, casi un kilómetro en total) y a una profundidad de 30 mts. lo que garantiza su mezcla (dilución) y dispersión sin causar impactos ambientales a la fauna acuática o a los recursos hidrobiológicos.
Agregan que no afectará en lo más mínimo el paisaje o zonas de recreación, lo cual se asegura a través del monitoreo y verificación del cumplimiento de los límites máximos permisibles, se mantendrá un Programa de Monitoreo de agua de mar permanente y se utilizará un sistema de difusores en el punto de descarga de salmueras, para permitir una dilución rápida de las aguas saladas del proceso de desalinización.
CUESTIONAMIENTOS Y DUDAS
Sin embargo, en opinión de especialistas, biólogos y profesionales, durante los últimos años, se habla de una afectación al ecosistema en la zona en donde se construiría la planta desalinizadora, que está cerca del Santuario Nacional de las Lagunas de Mejía.
A ello se suma, la incertidumbre de diversos sectores de la población, que cuestionan el hecho que este componente (planta desalinizadora) no haya pasado por un proceso exclusivo de elaboración de su propio Estudio de Impacto Ambiental y que solo se haya incluido en el EIA aprobado en el 2014.
