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Presupuesto 2024: muy desigual

En el sur, la suma los presupuestos regionales más los locales están a años luz del total del presupuesto de la Republica: Arequipa solo representa el 1.5%, Cusco el 2.5%, Madre de Dios el 0.2%, Moquegua el 0.4%, Puno 1.3%, Tacna el 0.7%, Apurímac el 0.7% y todos juntos solo el 7.1%.

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS   

Se ha aprobado el Presupuesto General de la Republica para el 2024 y su importe es de 240 mil 806 millones de soles que si bien es superior al del presente año sigue siendo de muy alta desigual distribución. Así tenemos que al Gobierno Nacional le corresponde el 64%, a los Gobiernos Regionales el 22% y a los Gobiernos Locales el 14%. Si bien es cierto que el Gobierno Nacional concentra el mayor porcentaje del presupuesto porque hay partidas presupuestables que no son descentralizados y llegan al 33% como el Ministerio de Defensa, Poder Judicial, Jurado Nacional de Elecciones entre otros; nada justifica tanta concentración por parte del Gobierno Nacional al extremo de sobrepasar de largo el 50% del Presupuesto Nacional en detrimento de las regiones y los distritos.

Este el caso de los departamentos de la macro región sur en donde la suma los presupuestos regionales más los locales están a años luz del total del presupuesto de la Republica: Arequipa solo representa el 1.5%, Cusco el 2.5%, Madre de Dios el 0.2%, Moquegua el 0.4%, Puno 1.3%, Tacna el 0.7%, Apurímac el 0.7% y todos juntos solo el 7.1%.

La desigual distribución del Presupuesto no solo se da entre el centralismo y las regiones. Volviendo a la macro sur la cosa esta también bien desigual. En el grafico constamos que en la suma de los presupuestos regionales con los de los gobiernos locales los contrastes y desigualdades son muy notorios, así tenemos que Cusco tiene 5,957 millones de soles, Arequipa 3,496 millones de soles, un poco más abajo esta Puno con 3,056 millones de soles y Apurímac con 1,600 millones de soles. De manera muy distante a ellos están Tacna con solo 1,418 millones de soles, Moquegua con 1,012 millones de soles y la cenicienta Madre de Dios con solo 543 millones de soles. La pregunta consiguiente es porque se dan estas distancias.

El análisis nos da muchas respuestas y en otras se acrecientan las interrogantes. Lo de Cuzco se explica porque el departamento tiene regalías gasíferas, canon minero, ingresos por turismo y servicios crecientes. Arequipa también tiene canon y regalías mineras, servicios, turismo, agricultura exportadora e intensos servicios urbanos entre otros. En el caso de Puno superando a las potencialidades como la minería están sus debilidades expresadas en las grandes brechas que no se cierran; la informalidad, el minifundio, el comercio intenso con Bolivia y los departamentos del sur, la pobreza y el friaje entre varios. Estas demandan presupuestos al parecer no tan eficientemente ejecutados. Moquegua, Tacna y Apurímac por década siguen priorizando la minera y no desarrollan otras actividades como la agricultura, si algo de servicios y comercio. Madre de Dios es un departamento olvidado y la informalidad minera y de maderas lo obstaculiza.

Aparte de la configuración de los recursos territoriales en los departamentos del sur existe notoriamente un tema crucial de gestión pública tanto en los gobiernos regionales y locales. Como se sabe los presupuestos se comienzan a elaborar desde febrero a junio en las instancias regionales y municipales, en Julio elevarlo al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) quienes lo presentan en agosto a las Comisiones del Congreso.

En esta parte se avizoran grandes fallas, se repiten los pequeños proyectos poco determinantes en el cierre de las brechas, el diagnóstico es que no se culminan las obras, no se gasta con eficiencia el presupuesto asignado y no se recrean buenos proyectos de impacto. Y cuando se habla de Presupuesto no solo es saber qué tipo y cuanto de ingresos se generan en la región o localidad y cuanto se capta de impuestos, tasas, regalías, canon etc. El mismo examen debe hacerse sobre los gastos porque en promedio está sucediendo que los gastos de planilla están llegando al 42%, inversiones solo 25%, compra de bienes 15% y el resto gastos corrientes, es decir, el gasto público no deviene en un servicio a la ciudadanía sino en servirse de él. ¡Momento de cambiar!

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