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Municipalidades = informalidad = coronavirus

POR: JESÚS LIENDO BELTRAMÉ

El coronavirus o covid-19, nos viene mostrando la cantidad de vacíos e inoperantes gestiones municipales por ordenar la ciudad. Podemos señalar una serie de argumentos, como la falta de previsión, planificación, organización, reacción, respuesta etc.

Pero sin duda,  existe solo un término que puede definir y concluir  claramente que uno de los grandes  problemas de la ciudad es la informalidad.

La informalidad es un problema que tiene diversos efectos en los aspectos económicos, sociales, ambientales, culturales, etc. Por ello, su solución debe comprender no solo estos aspectos, sino principalmente el tratamiento integrado de los mismos.

En el Perú las políticas de formalización no están hechas para reducir la informalidad, al no disponer de estrategias definidas para solucionarlas,  por el contrario año a año se incrementan el número de negocios informales.

Según el INEI el 2018 la tasa de empleo informal en el Perú fue de 65.7%, lo que implicó que la población ocupada con empleo informal fuera de 190,000  personas, en el 2019 el desempleo creció al 72.6 % y la población ocupada bordeaba las  239,000 personas.

La escasez de trabajo,  los sobrecostos laborales, la falta de incentivos para incrementar la formalidad y la falta de educación tributaria están impactando negativamente en la formalización. La informalidad es un tema central que afecta en general a todo el país y tiene responsables en todos los niveles de Gobierno, muchas autoridades se hicieron adrede de la vista gorda para no chocar por intereses políticos y la justifican como una necesidad para el sustento de miles de personas, a pesar que saben perfectamente que es sinónimo de pobreza.

De acuerdo a la Ley Orgánica de Municipalidades, los gobiernos locales gozan de autonomía  política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia. La autonomía que la Constitución Política del Perú establece para las municipalidades radica en la facultad de ejercer actos de gobierno, administrativos y de administración, con sujeción al ordenamiento jurídico.

Hay que tener presente que los gobiernos locales representan al vecindario, promueven la adecuada prestación de los servicios públicos locales y el desarrollo integral, sostenible y armónico de su circunscripción.

En el ámbito local, las Municipalidades son responsables de propiciar y fomentar directa o indirectamente la informalidad, al buscar  a través de Ordenanzas Municipales ‘express’ mantener en ‘stand by’ el ordenamiento de la ciudad. Las Municipalidades en vez de simplificar los trámites para facilitar la formalización, han hecho todo lo contrario, se han esmerado en implementar trámites engorrosos, complicados, burocráticos y costosos al elevar el pago de tasas por procedimientos mal costeados.

Estos factores han sido determinantes,  para que los comerciantes prefieran mantenerse en el comercio ambulatorio. Los Consejos Municipales también pueden y deben aprobar amnistías para la  formalización, simplificando trámites y reduciendo costos.

Los mercados de abasto son, los principales puntos de aglomeración en la ciudad; es decir, espacios reducidos y tugurizados en la ciudad que concentran grandes cantidades de población vulnerable, viviendo en entornos de alto riesgo de infección (alta densidad y hacinamiento).

Los mercados desorganizados son un foco de infección, los mercados deben optar por nuevas formas de organizarse, cambiado el modo de recibir a sus consumidores, respetando el distanciamiento social, promoviendo el lavado de manos, etc.

El año 2005-2006, la Municipalidad Provincial de Ilo (MPI) elaboró el perfil del proyecto mercado Pacocha, en el 2007 se hizo el estudio a nivel de Pre-Factibilidad, en octubre del 2008 fue viabilizado a nivel de Factibilidad, sin embargo la propia Municipalidad en agosto del 2009 solicitó la Des-habilitación del proyecto de “Rehabilitación del Mercado Pacocha” para su posterior reformulación.

En abril del 2018, el proyecto del nuevo mercado Pacocha se encontraba en fase de Licitación Pública, lamentablemente el proyecto se entrampó  por la oposición de un grupo de comerciantes y del Poder Judicial que les dio la razón en primera instancia, en segunda instancia el Poder Judicial falló a favor de la MPI, lo cierto es que a la fecha se continua igual o peor al años 2005 en que se dieron los primeros pasos para la construcción del nuevo mercado.

Hace unos días un dantesco incendio consumió al menos 32 puestos de venta del Mercado Pacocha, causando cuantiosas pérdidas materiales, el fuego arrasó rápidamente los locales de ferretería, víveres, ropa y cosméticos, ubicados en la parte exterior.

El coronavirus o covid-19 tiene que pasar y nos dejará una serie de lecciones, esperemos que el alcalde provincial de Ilo Gerardo Carpio, se haya convencido que  la ciudad de Ilo se merece con urgencia un nuevo y moderno mercado Pacocha, así como otros centros de abastos que atiendan a una población que bordea los 80,000 habitantes.

No puede ser posible que el distrito de Ciudad Nueva, no tenga su propio mercado de abastos, y tenga que recurrir a las ferias semanales como una medida de emergencia excepcional. Los mercados tienen que cumplir con todas las medidas de seguridad, higiene y salubridad.

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