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El inolvidable “Tata” Arenas

Por: Enrique Rivera Salas

Periodista Colegiado 

Creo yo que uno de los principales personajes de la historia de Mollendo, es sin lugar a dudas el cura Juan B. Arenas, mejor conocido como el “Tata” Arenas, que mucho hizo por dejarnos el templo de la Inmaculada Concepción.

Juan Bautista Arenas Málaga, ilustre párroco y alcalde de Mollendo, nació el 24 de junio de 1850. Realizó sus estudios sacerdotales en el Seminario San Jerónimo de Arequipa y en la Universidad Nacional de San Agustín.

Llegó a Mollendo en reemplazo del párroco José Manuel Uría como vice-párroco en 1875.

Desde muy joven tuvo una gran vocación de servicio. Uno de los días más tristes que le tocó vivir y hasta lloró fue por la destrucción, incendio y saqueo de la iglesia el 10 de marzo de 1880 por los huestes chilenos en la Guerra del Pacifico.

Fue un tipo carismático y querido por su feligresía. El 11 de enero de 1894 durante la alcaldía de don Aurelio Zegarra, participó en las manifestaciones contra las pretensiones del Ecuador, llamando a la unidad del pueblo para que no se repita las amargas experiencias de la guerra.

El “Tata Arenas” llegó a ser alcalde de Mollendo el 2 de enero de 1896. Fue capellán de la Compañía de Bomberos Mollendo N° 1, ocupando nuevamente la Alcaldía el 25 de enero de 1914.

En 1921 inauguró la plaza Bolognesi con motivo del Centenario de la Independencia Nacional, obra construida por la Colonia China presidida por don Alberto Chang Tang.

Fue un cura obstinado, no dejaba de preocuparse por su gente, aquella que estaba con él, acostumbraba a pedir limosnas en la misa, pasando una bolsa con un pequeño palo, o también óbolos que eran billetes verdes (loros) de cinco soles o billetes rojos de diez soles.

Aquí algunas anécdotas cuando visitaba viviendas y oficinas decía:

“Hijo mío o te bauticé, te casé, y te enterraré a tus padres, ahora quiero que me ayudes para la Casa de Dios”.

Un día del año 1927 se encontraron al “Tata” Arenas y don Hernán Zuzunaga, que a la razón construía el edificio de la empresa de luz en la calle Llosa, daba la casualidad que el “Tata” estaba empeñado en la construcción de la iglesia y se solicitó que le prestara 30 barricas de cemento, el cual le concedió el préstamo.

En la misa del domingo en el púlpito le agradeció al Sr. Zuzunaga las 30 barricas de cemento, aplaudiendo toda la feligresía que abarrotó la misa.

Así actuaba el “Tata” Arenas para hacer la construcción de nuestra iglesia.

El querido “Tata” fallece un 30 de setiembre de 1929 a los 79 años de edad, sus restos descansan al pie del púlpito de su iglesia en la columna derecha del crucero, donde una placa de mármol reza así:

“Aquí yace el padre Juan B. Arenas, el 30 de setiembre de 1929. Este templo es la obra del cariño paternal del ‘Tata’ Arenas”.

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