- Clasificados -

El Club Departamental Moquegua: ¿suicidarse o cooperar? (III)

“Más que las ideas, a los seres humanos los separan los intereses” - Alexis Tocqueville

POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ     

Con el perdón del lector me permito escribir por última vez, respecto a lo que viene ocurriendo en torno al Club Departamental Moquegua de la ciudad de Lima, en tanto primen los intereses de uno y otro lado, que contribuyen a la formación de “burbujas” de información, donde las personas de cada grupo se rodean principalmente de perspectivas e ideas que refuerzan sus propios puntos de vista sin tratar siquiera de escuchar a la parte contraria o encontrar un espacio que permita el dialogo y evite la  polarización que se está dando y que solo acabara beneficiando a terceros.

Sin embargo, no puedo evitar referirme a los principales argumentos de ambas partes: que ya se ha elegido mayoritariamente a una nueva directiva, en tanto que la posición contraria esboza que la misma es espuria porque la confección de la lista no se ha ceñido a las normas y estatutos vigentes.

En cuanto a mi persona, como ya lo he escrito en varias ocasiones, me causa escozor cuando se utiliza el argumento “somos mayoría”, recordando por ejemplo que la turba mayoritariamente condenó a Jesús escogiendo a Barrabas y que Hitler contó con el apoyo de la mayoría del pueblo alemán en sus locuras.

Como también me causa desagrado que se utilice el argumento fútil de refugiarse en excusas torpes como decir que las normas, los estatutos o la constitución lo prohíben, olvidando que las estructuras sociales son cambiantes de acuerdo a la marcha de la historia, de la economía, las ideas y la tecnología. De no ser así hasta ahora seguiríamos siendo colonia de España o trabajando 16 horas diarias por citar unos ejemplos.

Pero al margen de los dimes y diretes, los adjetivos y las “mal habladas”, lo cierto es que tal como lo escribí anteriormente, los clubes sociales como el nuestro enfrentan algunos conflictos comunes como el alejamiento de los “viejos” socios y tener dificultades para atraer y retener nuevos miembros, especialmente entre las generaciones más jóvenes, aparte de los problemas de seguridad ciudadana y las diversas alternativas de ocio o distracción que antaño no existían, desde redes sociales en línea hasta eventos deportivos, películas  y otras opciones de entretenimiento en el hogar.

¡Lo cierto es que los clubes que no se adecuen a los nuevos tiempos están destinados a desaparecer! …Y aquí pregunto a los paisanos que viven en Lima: ¿cuántas veces han ido al club en los últimos años? ¿Cuántas veces han cotizado?

Me atrevo a decir que salvo una que otra excepción, casi nadie, por lo que también aquellos que no lo hicieron de acuerdo a los estatutos vigentes estaban impedidos de ser designados directivos, –como ha ocurrido–, por tiempos y deudas, a pesar de algunas voces que claman por dejar de lado esas condiciones, lo que a mi entender no es dable porque un estatuto se respeta en su totalidad y no a capricho o interés, sobre todo cuando el detonante de la actual situación es la existencia de un ofrecimiento inmobiliario que ha sido muy mal manejado, tanto en lo que respecta a información, asambleas,  trasparencia y plazos, que serían mayores si antes no hay un dialogo entre todas las partes implicadas. Y para lograrlo, reafirmo mis propuestas:

a) Que se nombre una Comisión que podría ser presidida por un moqueguano respetado y querido como es Alberto Ghersi, a fin que acompañado por dos representantes de cada grupo, (hombre y mujer), procedan al retiro, previa acta de compromiso, de todas las denuncias y escritos de orden judicial, dado que embarcarse en aspectos legales por el tiempo que estos demoran, sería hacer el juego a los oscuros intereses que intentan apropiarse del Club.

b) Que la presidenta cesante Ana María Alatrista, proceda a entregar toda la documentación del Club y respectivas llaves al presidente de la mencionada Comisión, dándosele la gracias por su dedicación y procediéndose a hacer el respectivo inventario de los bienes físicos y revisión contable.

c)Qué considerando, que unos de los más graves problemas que afronta el club son los gastos operativos, las bajas cuotas e inasistencia constante de los socios, como una forma de lograr la permanencia en el tiempo del Club Departamental Moquegua, se proceda a analizar por una Comisión Técnica-Legal los ofrecimientos de cualquier empresa que esté interesada en invertir en los terrenos del Club, análisis que también deberá contemplar las bondades o perjuicios de la oferta existente, para su posterior discusión, rechazó o aprobación de la misma en Asamblea General, a la cual en caso de no prosperar ninguna oferta, se le deberá plantear alternativas que permitan la sostenibilidad económica del Club.

d) Luego, una vez definido lo indicado en el punto anterior, se procederá a nombrar una Comisión Electoral y a fijar el día y hora en el cual se realizarán elecciones respetando los Estatutos.

Ahora bien, considerando que la existencia de clubes como el Moquegua en Lima, es precaria y limitada en el tiempo reitero más allá del absurdo interesado de hacer creer que con 70, 80 o 1000 socios, –que cotizan en la actualidad diez soles mensuales–, se puede mantener el club departamental y más aún cuando se le ha prohibido alquilarlo para actividades sociales. ¡Por favor seamos más serios!

¿Qué otra posibilidad permitiría al club departamental seguir conservando la propiedad del terreno que hoy ocupa? …Que la institución no sea solo social, sino que se convierta en un centro de exhibición de lo que es Moquegua. Que, en sus ambientes, previo convenio con las entidades concernientes: direcciones regionales de Produce, Comercio y Turismo, Cultura, etc., y municipalidades y entidades privadas como Southern; Anglo American, San Gabriel, aparte de los productores de pisco, vino, quesos, aceitunas, dulces, etc., tengan stands donde puedan exhibir sus logros, los sitios turísticos e históricos e incluso vender sus productos.

Sería también una vitrina para mostrar lo que fue ayer Moquegua, lo que hoy es y lo que aspiramos ser: una región modelo enfocada en mejorar la calidad de vida de sus habitantes, promover la educación de calidad, la igualdad de oportunidades y fomentar la participación ciudadana en el rescate de la identidad, historia y valores de la Región Moquegua.

Análisis & Opinión

ANÁLISIS Y OPINIÓN