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Cobre: ¡El pasado, su presente y el futuro! (VI)

“A este paso, de aquí a poco los propietarios del planeta prohibirán el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua” – Eduardo Galeano

POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ   

El agua ¿nuestra de cada día…? Hay ocasiones en las cuales el desánimo me gana y no dejo de darle la razón a Herbert Morote Rebolledo, el pesimista y provocador autor de libros, entre otros, como “Bolívar, libertador y enemigo número 1 del Perú”, “Réquiem por Perú mi patria”, “Vargas Llosa, tal cual”, sobre todo cuando escribe que “el problema del Perú es la carencia de valores. La sociedad está corrompida y por lo tanto sus instituciones también”.  Expresión que toma álgida vigencia al observar todo lo que ocurrió o viene ocurriendo por el bloqueo de una línea de conducción de agua potable para los pobladores y trabajadores de Cuajone por parte de las comunidades de Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala, aparte claro está de la madre del cordero: ¡el impedir la circulación del ferrocarril industrial!

Y prueba fehaciente de ello lo veremos y “olvidaremos” con el correr de los días, una vez que de una u otra manera se “encuentre una solución” que permita siguiendo la máxima gato pardina, “cambiar algo para que nada cambie” …

Y así, los señores consejeros regionales podrán continuar ganando año tras año sus dietas sin problema alguno, con la venia, complacencia y disfrute de las demás autoridades, colegios profesionales y parte de la sociedad civil, periodistas incluidos, prestos a brindar y comer bocadillos en cuanta ceremonia cívica en recuerdo a “nuestros tribunos históricos” se efectúe. ¡Total, aquí no pasa nada y podemos darnos el lujo de votar el dinero en obras de maquillaje sin trascendencia ni soporte técnico alguno!

Y en tanto aquí, –y no solo en Moquegua, sino en casi todo el país–, la corrupción, las mentiras y las frustraciones son pan de cada día, no solo del hoy, sino también del ayer y del futuro, por el cual al decir verdad “no nos preocupamos o nos preocuparemos en tanto no nos afecte directamente” cabría bien comenzar a preguntarse en torno a un problema álgido y preocupante como son la cantidad actual y futura de recursos hídricos, sobre todo por parte de la minería.

Pregunto: ¿alguna de nuestras sesudas autoridades y sabios consejeros regionales se ha preguntado o indagado respecto a de dónde, desde cuándo y qué cantidad de litros por segundo de recursos hídricos utiliza en su proceso productivo Cuajone? ¿Alguien ha investigado cuántas plantas desalinizadoras hay en el Perú? ¿Cuántas tiene la Southern y en qué utiliza el agua que obtiene? ¿Cómo hizo Milpo para utilizar a costos adecuados agua desalinizada que la lleva desde la costa a la mina Cerro Lindo a 1800 metros de altura? ¿Por qué no podemos explorar posibilidades similares en nuestra región, o es que acaso somos inquilinos precarios sin poder de decisión alguna, sometidos a los proyectos de las grandes compañías que privilegian sus intereses empresariales sobre el bien común?

¿Por qué no imitar al vecino país del sur, que debido a que el agotamiento de las minas conduce a un mayor consumo de agua para mantener los niveles de producción, está apostando por plantas de desalinización, las que tratarán el 43% del agua que utilice la industria minera local en los próximos 10 años, según la comisión de cobre Cochilco? Lo que nos lleva a las preguntas del millón: es conocido que la Southern ha duplicado la producción de la planta concentradora de Toquepala y quiere hacer lo mismo con la de Cuajone, pues bien: ¿en cuánto se ha incrementado el uso del agua dulce, de dónde obtiene los recursos, cuenta con los permisos respectivos?

Preguntas, que sé que dormirán el sueño de los justos. Preguntas que serán motivo del ninguneo o el silencio cómplice de todos aquellos que por conocimiento y/o institucionalidad deberían atreverse a contestar, pero me temo que ocurrirá lo mismo que, – lo cito como ejemplo cercano –, con el informe sobre la Irrigación de las Lomas de Ilo, que, además del pueblo, las principales autoridades continuarán cómo simples comparsas de la desidia, incompetencia e intereses subalternos propios de las zanahorias podridas!

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