POR: ECO. JORGE ACOSTA ZEVALLOS (DEL CEOP ILO)
Cuando muchos daban por sepultado el Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración (CFBI), reaparece en los acuerdos en el punto 23 de la Declaración Conjunta firmada por los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante el encuentro y reunión ampliada de ministros en la ciudad de Santa Cruz este martes 9 de julio.
A la letra dice el acuerdo de ambos mandatarios: “Reafirmamos la voluntad de ambos Gobiernos para impulsar la integración vial en la región, en especial el proyecto del ‘Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración’, que facilitará la logística del comercio exterior de ambos países”. Y si económicamente el proyecto era una necesidad entre Brasil, Bolivia y Perú por integrarse, dado la gran posibilidad de ingresar con más fuerza en la cuenca del Pacífico, este proyecto se cayó por la crisis política de los tres países. La salida de Lula del gobierno por la crisis de Odebrecht, el golpe de Estado de Jeanine Áñez en Bolivia y la caída consecutiva de los presidentes peruanos frustraron la iniciativa de integración.
Pero la economía sigue insistiendo en retomar la posibilidad de integración porque el mapa del comercio internacional ha cambiado. Si hace dos décadas las importaciones y exportaciones tenían como principal destino a Estados Unidos, hoy lo es China preponderantemente. Así tenemos que en el año 2022 Brasil importó de China $64.5 mil millones, representando el 22% del total de sus importaciones. A la vez, según el informe de la web del Banco Santander, “Brasil exporta principalmente aceites de petróleo (16.7%), soja (14%), minerales de hierro (8.6%), laberinto y maíz (3.7%), y azúcar de caña o de remolacha (3.3%); mientras que sus principales importaciones son aceites de petróleo (11.9%), fertilizantes (8.6%), piezas y accesorios para tractores y vehículos de motor (2.8%), insecticidas (2.4%), y gas de petróleo y otros hidrocarburos gaseosos (2.3% – datos Comtrade)”.
Bolivia es también un país muy involucrado con China. En el año 2022 las exportaciones del país altiplánico fueron de $1.7 millones de dólares y representaron el 15% del total de ellas. Ellos exportaron minerales y metales, con prioridad el zinc, plata y estaño; se suman la soya y sus derivados, quinua, castaña, café, gas natural, entre los principales. Importa maquinarias y equipos, vestidos, automóviles, juguetes, equipos electrónicos, etc.
La importancia de contar con un corredor ferroviario desde Brasil, Bolivia y salir por el Perú es que mejora la conectividad regional, mejora las cadenas de suministro, reduce los costos de transporte y es más eficiente que el terrestre al extremo de reducir los costos al 30%, es más ecológico y fundamentalmente tiene efecto en el desarrollo integrador de los países de Sudamérica. La extensión del Corredor Ferroviario Bioceánico es de 3,800 km; Brasil ha avanzado 929 km de los 1,435 que le corresponde; Bolivia de los 1,894 km ha construido 929 km. De Perú no se tienen informes y lo probable es que nada se haya construido.
Lo importante es que nuevamente el Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración ha sido puesto en agenda por Bolivia y Brasil. Lamentablemente, la miopía de Baluarte y el Congreso no le dan prioridad al tema y, ante ese escenario, deberán ser los gobiernos regionales y locales, las organizaciones empresariales y las representaciones de la sociedad civil los que abanderen nuevamente el proyecto, pues su cristalización traerá beneficios económicos y logísticos en la conectividad, comercio internacional e integración regional. Recordemos que el corredor ferroviario en su propuesta inicial empieza en Brasil, continúa por Bolivia y llega al Perú, siendo Ilo el puerto de salida al Pacífico.
