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Récords históricos de canon y regalías mineras

Sin embargo, la historia debe ser otra, necesitamos más obras de impacto de tal manera que cuando la minería se agote tengamos elevada productividad de vegetales, cientos de empresas atraídas para realizar otras actividades, que las ciudades tengan calidad de vida y mayores oportunidades para los medianos, pequeños y micro empresas, también más emprendimientos.

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL COLEGIO DE ECONOMISTAS DE MOQUEGUA)     

Bajo la promoción de EITE (Iniciativa de Transferencia de las Industrias Extractivas) y la alianza de las instituciones estatales, empresas mineras; el Centro Social Propuesta Ciudadana y el CEOP Ilo presentaron públicamente los ingresos por concepto de canon y regalías mineras en el departamento de Moquegua y pudimos ser testigos que en el 2022 hemos alcanzado el más alto ingreso de todos los años en que han existido estos conceptos, más incluso que los años del boom minero.

En los documentos entregados y expuestos anotamos que Moquegua en ese año se le transfirió 747 millones de soles que, en el caso del canon, corresponden al 50% del 30% que las empresas mineras de Moquegua pagaron al Estado de sus utilidades del año 2021.Es decir, que mientras en el país se cerraron miles de medianas, pequeñas y micro empresas por efectos del COVID 19 las empresas mineras les fue bien porque obtuvieron ganancias por encima de los años anteriores. Los departamentos recibieron en el periodo que va del 2015 al 2022 montos muy importante en millones de soles, son Cusco con 16 mil 994 millones de soles, Ancash 9 mil 649 millones de soles, Arequipa 6 mil 674 millones de soles, Piura 3 mil 361 millones de soles, Tacna 3 mil 306 millones de soles Moquegua 2 mil 356 millones de soles y siguen otros departamentos.

El pronóstico para el 2023, todo indica, que seguirá la tendencia alcista, primero porque los precios del cobre son elevados y estables (aunque ante un mundo impredecible nada es seguro), se incorpora la demanda del metal cobrizo por la guerra Ucrania y Rusia, la incorporación de las redes digitales que usan cables de cobre, la presencia de más vehículos eléctricos menos contaminantes, las probables nuevas explotaciones mineras.

En el caso de Moquegua hay dos minas que avanzan a construirse y Anglo América Quellaveco (AAQ) después de su depreciación acelerada comenzará también a pagar el impuesto a la Renta (IR) de donde se deduce una parte como canon y regalías.

Y la pregunta que se hace el ciudadano común y corriente es: ¿Si todo es bonanza porque no logramos un desarrollo más positivo, equitativo e inclusivo?

De resultado deberíamos tener extensas hectáreas agrícolas, el mercado interno debe ser más dinámico y no volátil, los emprendimientos deberían aumentar continuamente y las capacidades de los ciudadanos deberían ser muy buenas.

No dejamos de reconocer que el canon y las regalías han elevado la construcción de infraestructura, que en las instituciones públicas se han hacinado empleos provisionales y que existe empleo temporal en las obras entre otros. Sin embargo, la historia debe ser otra, necesitamos más obras de impacto de tal manera que cuando la minería se agote tengamos elevada productividad de vegetales, cientos de empresas atraídas para realizar otras actividades, que las ciudades tengan calidad de vida y mayores oportunidades para los medianos, pequeños y micro empresas, también más emprendimientos.

Una deducción lógica de lo anterior es, categóricamente, que algo está mal.

La primera afirmación es que hay inequidad en la distribución del canon y regalías, así tenemos por ejemplo que la provincia de Mariscal Nieto entre los años 2015 al 2022 recibió canon y regalías por un monto de 1,376 millones de soles mientras que la provincia de Ilo recibió solo 337 y General Sánchez Cerro 185. Ni hablar entre lo que recibe Torata que está cerca de la mina de cobre y lo que recibe Pacocha donde está la fundición y refinería de cobre, las diferencias son abismales así las hay otras.

La segunda afirmación es la atomización de obras pues el gobierno regional y los locales prefieren realizar obras pequeñas y no de mayor tamaño. La corrupción pirañita pulula frecuentemente. Y si se hacen las grandes nunca terminan como es el caso de la irrigación de Lomas de Ilo.

La tercera afirmación es, según Contraloría de la República, es la paralización de las obras que implican perdidas. La paralización de obras en Moquegua en el 2022 fueron 52, Tacna 33, Arequipa 94. El 55% de obras paralizadas son las ejecutadas con la modalidad de administración directa.

La cuarta afirmación es la poca capacidad de gasto que se expresa en que no se llega a ejecutar las obras al 100% y en promedio en el año solo se ejecuta el 65% del presupuesto asignado y por ello los limeños nos enrostran el dicho que queremos más dinero y no somos capaces de gastar lo que tenemos.

La quinta afirmación es la baja calidad de los proyectos, son deficientes, observados e inejecutables, es decir, se prefiere proyectos pequeños porque se copian de otros y se pegan, la mayoría de los proyectistas no son calificados.

La sexta afirmación es que no se diversifica la inversión pública, el Gobierno Regional prefiere las obras en Educación, pero solo en construcciones y mejoramientos de infraestructura relegando la inversión de en la calidad educativa. En el caso de los gobiernos locales la principal inversión es en transporte urbano. Entonces las brechas siguen existiendo. Podemos seguir añadiendo otras afirmaciones, las limitaciones del articulo no nos permiten extendernos.

Lo cierto es que debemos cambiar la gestión pública del gobierno regional y de los gobiernos regionales comenzando por elevar la eficiencia del gasto público con ejecución del canon y regalías en obras de impacto. No dejemos que se repita la historia de los años como del boom minero que invertimos mal, por ello es fundamental reactivar la participación ciudadana para aportar ideas, vigilar y bloquear la corrupción que existe entre algunos proveedores y funcionarios públicos.

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