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¡No a la deforestación!

POR: THAIS ZAMUDIO QUISPE*   

Cierto día, un grupo de niños y niñas de tercer grado fue a acampar a un bosque un poco alejado de la ciudad con su maestro, luego su profesor les dijo que podían explorar pero que no fueran muy lejos ya que podía ser peligroso.

LA EXPLORACIÓN DE SAMIR

Uno de los niños, llamado Samir, fue a explorar. De pronto escuchó sonidos raros y pensó que era un animal salvaje, pero después el sonido se paró. El niño muy confundido decidió averiguar, se fue acercando al lugar de donde provenían los sonidos y vio a un grupo de hombres con unas sierras que provocaban ese ruido. Samir, muy sorprendido decidió preguntarles qué estaban haciendo. Un señor llamado Daniel, que supervisaba que todo estuviera bien, se acercó amablemente al niño y le explicó que estaban talando árboles. Samir, desconcertado, volvió a su campamento.

Luego, en la noche, sentados alrededor de una fogata su profesor les preguntó a todos qué habían hecho el día de hoy. Todos sus compañeros contaban sus anécdotas, cuando llegó el turno de Samir, contó lo que le había sucedido sobre la tala de árboles. Cuando terminó le preguntó a su maestro si les podían contar más sobre la tala de árboles. Su maestro con mucho gusto aceptó y les dijo que, efectivamente había trabajadores que talaban árboles.

Una de las razones era por su madera y otra por combustible, incluso cuando se incendiaban los bosques servían para la agricultura, pero la incineración de árboles traía consecuencias como por ejemplo la liberación de CO2 (Dióxido de carbono) provocando que el planeta se caliente. Todos los estudiantes prestaban atención sorprendidos de las causas y de las consecuencias, mientras su maestro explicaba la importancia de proteger los árboles. Cuando acabó les preguntó:

– ¿Qué propondrían para prevenir la tala de árboles?

Los estudiantes comenzaron a responder:

– Reducir el uso de papel

– Plantar más árboles

– Reciclar y comprar productos reciclados

LA DEFORESTACIÓN

Su maestro los felicitó por tener esas ideas muy beneficiosas para el ambiente. Al día siguiente en la tarde, su profesor les pidió que recojan ramas caídas para hacer una fogata y calentarse en la noche. Mientras Samir iba, volvió a la misma zona donde vio a personas cortando árboles. De pronto, escuchó un golpe muy fuerte y luego vio un árbol que caía rápidamente. Corrió al árbol para encontrarse a los trabajadores talando con hachas. Buscó al señor con el que había hablado y le dijo que, lo que hacían estaba mal, a lo que el señor le contestó:

– ¿Por qué? no le hacemos daño a nadie.

– No señor, ustedes al talar árboles le hacen daño al planeta, porque le quitan oxígeno y al quemar los árboles se libera el CO2 y eso calienta al planeta.

– Oh, no lo sabía. Gracias pequeño.

TOMANDO CONCIENCIA

Finalmente, tomó conciencia y paró la deforestación y les explicó a todos los trabajadores por qué paraba y cuál era el daño que le hacían al planeta. Algunos trabajadores estuvieron de acuerdo ya que sabían el daño que hacían; por el contrario, otros se opusieron por que necesitaban el trabajo y a otras personas simplemente no les importaba. Sin embargo, el jefe fue estricto y salieron de la zona.

CAMBIÓ SU FORMA DE VIVIR

Samir muy contento regresó al campamento y les contó a todos sus compañeros y a su maestro. Su profesor orgulloso de lo que había hecho, lo felicitó. Al día siguiente volvieron a la ciudad, el pequeño Samir retornó con sus padres y muy feliz les conto todo lo que había hecho. Desde ese momento cambió su forma de vivir. Por ejemplo: redujo el uso de papel. De vez en cuando iba al bosque y llevaba semillas y plantaba árboles nuevos.

REFORESTAR

Pasaron unas semanas y el bosque donde comenzó su aventura tuvo nuevos árboles, luego, les dijo a sus padres que hacer ciertas cosas estaba mal, porque, por eso talaban árboles. Sus padres comprendieron y lo apoyaron, pero él pensaba que podía hacer más.

DIFUNDIR POR YOUTUBE

Después, pasaron unas semanas y se le ocurrió una idea brillante, abrir un canal de YouTube donde subía videos explicando las causas y consecuencias de la tala de árboles. También enseñaba a plantar nuevos árboles de manera correcta. En poco tiempo mucha gente se suscribió y se dio cuenta que mucha gente tenía el mismo propósito. Se sentía muy feliz por todo lo que había logrado. Sus padres y su maestro se sentían muy orgulloso de él. FIN.

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Thaís Zamudio Quispe.

(*) THAIS ZAMUDIO QUISPE, tiene 11 años y cursa el sexto grado de primaria en la I.E. Miguel Grau Seminario del distrito de Islay-Matarani y tuvo la iniciativa de compartir esta historia para crear conciencia sobre la deforestación.

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