Luis Cavagnaro Orellana

POR: CÉSAR A. CARO JIMÉNEZ   

Escribo estas líneas con suma tristeza y nostalgia. Tristeza, porque con Lucho Cavagnaro Orellana se podía conversar y aprender mucho de su vasta experiencia y sabiduría, que la plasmaba en sus libros, especialmente en la que él consideraba su obra cumbre: “Materiales para la Historia de Tacna”, la cual con su viaje a las estrellas, quedara inconclusa, no obstante contar con más de una decena de tomos, en parte de los cuales también encontraron abrigo materiales de Moquegua e incluso Ilo donde residen algunos familiares cercanos a los cuales les hago llegar mis condolencias.

Lucho, era una persona generosa, culta y refinada. Poseía un gran sentido musical, –tocaba muy bien el piano–, aparte de ser un gran conocedor del teatro y ávido lector de literatura e historia que siempre marcó su diferencia frente a otros personajes de Tacna que son más caricaturas, que esencia e inteligencia como era el caso de Cavagnaro.

En ese sentido, es uno de los historiadores más originales y brillantes que ha dado Tacna e incluso el Perú, recalcando que contaba con el aprecio amical de don Jorge Basadre.

Sin embargo, pudiendo ser seducido por la venial vanidad fue una persona noble y enormemente generosa. Las personas que tuvimos la suerte de conocerlo más de cerca, sabemos cuán entrañable, profunda y única era su amistad. Nuestras vidas han sido tocadas para siempre por la luz que irradiaba, su humor y su sencillez siempre dispuesta a conversar y enseñar.

Tan solo me queda agregar, que fue un peruano y lo digo con sana envidia en mi condición de moqueguano un tacneño ejemplar.  ¡Adiós Lucho, para mí fue un honor conocerte y admirar tu inteligencia y generosidad! ¡Va un fuerte abrazo hasta la eternidad!

Luis Cavagnaro Orellana con Jorge Basadre Grohmann y Grover Pango Vildoso

Lo Último

ANÁLISIS Y OPINIÓN