- Clasificados -

Los transportistas creen que ganan, pero en realidad pierde la ciudad

Por: Ronald Mendoza (Arquitecto – Urbanista)

Con el retorno a la presencialidad; la apertura de colegios; instituciones; centros de trabajo y demás, el uso del transporte público en la ciudad se ha incrementado. Surge entonces un problema, el precio del pasaje se mantiene en dos soles para aquellos que viven en la periferia y se desplazan a la zona central financiera y de servicios de la ciudad. Si a esto le sumamos la subida del combustible por efecto internacional, el bolsillo de los “excluidos” sufre aún más. La solución que plantea el alcalde es la “liberalización del transporte”.

Al respecto, habría que dar más luz o mejoras de solución. Para ello, hay que revisar el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) de Ilo 2021-2030 que, como ustedes saben, estuvo paralizado por veinte años, hasta que, en setiembre del 2021 se aprobó dicho PDU contra viento y marea.

En la página 538 del PDU se plantea ejecutar el Proyecto Prioritario N° 3 “Mejoramiento de la Gestión Municipal para la implementación del PDU” en el cual se plantea un “Plan Maestro de Movilidad Urbana” que deberá desarrollarse en 3 ejes prioritarios, como son: sistemas de movilidad sostenible; gestión eficiente; vías seguras. Plantea 2 estrategias transversales: lucha contra el cambio climático e inclusión social y accesibilidad.

Sistemas de movilidad sostenible significa, en buen cristiano, la promoción del uso de la bicicleta, el caminar en veredas amplias y seguras, buses de transporte público eléctricos o a gas natural. Todo dentro de una red multimodal, es decir que se pueda cambiar fácilmente del uso de bicicleta al bus de transporte público y viceversa.

A pesar que la gestión local no ha priorizado la construcción de ciclovías; ni ampliado las veredas; ni peatonalizado la ciudad, los ciudadanos si usan la bicicleta, pero luchando contra el vehículo particular para no ser atropellado. Vean la pampa inalámbrica, por ejemplo. Sería bueno que se construya de una vez por todas la red de ciclovías que el PDU plantea para la ciudad, para que así se deje de depender del transporte privado (taxis y mototaxis)

La situación de los escolares y niños que salen acompañados de sus madres es dramática, no logran encontrar un bus libre con asientos disponibles en hora punta. Esta es una forma de exclusión, de negación, de segregación que hace la ciudad a sus habitantes. El mismo maltrato se hace a los ancianos, madres gestantes y personas con discapacidad que no les queda más alternativa que tomar un taxi con tarifas bastante elevadas.

Por otro lado, la MPI necesita una reingeniería de su estructura organizacional. Actualmente, la Subgerencia de Transporte está subordinada a la Gerencia de Desarrollo Urbano cuando en realidad, debería ser una Gerencia Autónoma. Algo así como “Gerencia de Transporte y Movilidad Sostenible”. Así está establecido en otras municipalidades como Tacna y Arequipa.

En 30 años no ha habido ningún cambio en el sistema de transporte y la ciudad ha crecido en tamaño y cantidad de habitantes. En otras ciudades cada 5 años se busca la forma óptima de mejorar los tiempos en el transporte de pasajeros. A menor tiempos de desplazamiento mayor productividad y mejora la calidad de vida. Aquí en Ilo hay rutas irracionales, como por ejemplo trasladarse del PROMUVI VIII a Miramar se tarde casi una hora. Es Ilógico, absurdo e inaudito para una ciudad media. No estamos en Lima.

En conclusión, para reformar el transporte público hay que tener un Plan Maestro de Movilidad Urbana consensuado, con recursos y voluntad política para ejecutarlo, pero lo más importante, tener un líder valiente.

Análisis & Opinión

ANÁLISIS Y OPINIÓN