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“Es posible que Moquegua tenga por segunda vez una gobernadora…”

Gilia no solo ganó de lejos los debates, sino que además aprovechó para dejar en ridículo a su adversario por su mala memoria. Fue fatal que Jaime Rodríguez no recordara las obras que hizo en las zonas altoandinas pues el mensaje que dejó antes sus electores es que para gobernar no solo se necesita experiencia sino también juventud.

Julio Failoc es economista egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos- UNMSM. Ha egresado también de la Maestría en Gerencia Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú-PUCP. Es uno de los analistas políticos más reputados del sur del Perú. Es especialista en Comunicación Estratégica y Gestión de Conflictos Socio ambientales. Actualmente es Director de la Revista de análisis y opinión “Apuntes a Lápiz” del Grupo Desarrollo y Comunicación SAC. Es columnista de La Prensa Regional, Noticias Ser y RCR, además comentarista de diferentes medios de comunicación escrita, radio y televisión.

Prensa Regional (PR): Recientemente afirmaste que el voto duro, el voto cautivo de los partidos políticos tradicionales, ya no existe. El voto duro es ahora el voto desconfiado, de un electorado difícil de convencer, ¿Por qué crees eso? 

Julio Failoc (JF): El país vive una de sus peores crisis de desconfianza desde que tengo uso de razón. Estas elecciones justamente han estado enmarcadas dentro de este contexto de desconfianza, y que se viene manifestando en el rechazo a la clase política en general, esto debido a los sucesivos escándalos, cada uno más grave que el otro, donde están involucrados políticos de casi todos partidos. Luego de la experiencia desastrosa que hemos tenido con la elección de Pedro Castillo y el actual Congreso, en la que más de dos tercios de la población ahora exige que se vayan todos, ha generado un voto ciudadano más exigente y mejor pensado.

PR: ¿Y qué tanto la guerra sucia o la anti campaña aumentan más la desconfianza del electorado?

JF: Yo creo que mucho. En lo personal no recomendaría la táctica de la “guerra sucia” o la anticampaña mal planteada, en el sentido estricto y táctica de la palabra, y no solo por un problema de principios, sino porque lo considero infructuoso y poco útil en una contienda electoral. La “guerra sucia”, a la larga no tiene los efectos que esperan sus ejecutores y conforme está más cerca el día de la elección, ésta puede resultar contraproducente y hasta favorable al candidato o candidata a quienes se les aplica este instrumento de demolición. De la misma forma, una anticampaña siendo legítima, pero mal planteada, también puede traer los mismos efectos.

Es increíble el despliegue de guerra sucia, con cientos de troles pagados para desacreditar al candidato opositor en un contexto de frustración y desconfianza de los electores que cada día creen que la política es el oficio más vil de todos. Al final la guerra sucia tiene efectos contrarios a los que espera las personas que lo aplican. Para ejemplo un botón, miren la evolución de la candidata del Partido “Somos Perú” luego de la anticampaña en su contra en la primera vuelta, en agosto de este año era una total desconocida y no alcanzaba ni el cinco por ciento, hoy todas las encuestas la dan como favorita para ganar las elecciones.  Torpe guerra sucia contra Gilia Gutiérrez, pretender hacerla ver como la “otra” o cómo la querida del “otro”. Moquegua es chica y todo se sabe, es imposible ocultar algo.  Lo curioso es que justamente la “otra” es la que orquestado esta guerra sucia y que además está detrás de la campaña del voto nulo, y esto de hecho es percibido por la población.

Desde que tengo uso de razón política, es la primera vez que veo a una candidata peor que piñata de fiesta infantil con niños desesperados. Nunca antes había visto en las redes sociales tamaño ataques desde el anonimato, con furiosos y despistados “troles”.

PR:  Hablemos del voto nulo, en términos concretos, ¿a quién crees que le afectará la campaña del voto nulo o viciado?

JF: Me preocupa el poco entendimiento que tienen -del contexto- los candidatos que pasaron a la segunda vuelta. De otra manera no entendería porque, en lugar de plantear un debate programático de cara a las elecciones, los candidatos terminen priorizando la campaña del voto nulo o la guerra sucia sin cuartel como estratégica de campaña.

Tengo la percepción que el equipo de campaña de Jaime Rodríguez apostó mal desde un inicio al apelar a la campaña del voto nulo para evitar que capitalice su adversaria, en lugar de capturar los votos de los que no fueron a votar o de los que votaron por otros candidatos, yo creo que fue una pésima estrategia. Te doy algunos datos al respecto: el ausentismo electoral en primera vuelta alcanzó casi el 20%, mientras que el 38% votó terminó votando por otros candidatos. Yo me pregunto: ¿acaso no era mejor pelear por este bolsón electoral apelando a la experiencia de Jaime Rodríguez que fue dos veces gobernador, frente a la inexperiencia de su contendora?

Además, apelar al voto nulo no tiene sentido porque para anular las elecciones se requiere los dos tercios de la votación total, lo cual es imposible porque los dos candidatos que pasaron en la segunda vuelta entre los dos alcanzaron más del 40%. Y eso no es todo, en el supuesto negado de que los votos nulos y blancos alcanzaran los dos tercios las elecciones volverían a llevarse a cabo las elecciones solo entre los dos candidatos. Es falso que habría elecciones con todos los candidatos como lo vienen señalando los promotores del voto nulo.

PR: ¿Y como ves a Gilia Gutiérrez?

JF:  Me parece que hizo lo que correspondía, fue bastante audaz y arriesgó lo que tenía que arriesgar.  Si bien salió al paso en el último tramo de campaña, le terminó de quemar el pan en la puerta del horno a “Jamocho”. Él tenía todas las de ganar, se confió demasiado y su equipo de campaña en lugar de ayudarlo terminó sepultándolo en el último tramo de campaña.  De haberse postergado una semana más las elecciones, hubiera sido posible que Gilia Gutiérrez ganara en primera vuelta por que su crecimiento era exponencial.  A ella no le fue favorable que las elecciones fueran dos meses después.

Como te digo, ella hizo lo que tenía que hacer a pesar de los errores cometidos. Fue malazo decir que Jaime Rodríguez estaba al pie de la tumba mientras que ellos estaban en la flor de la juventud. Hubiera sido fatal frente a un adversario con mejores reflejos, pues pudo haberse victimizado y aprovechar para apelar al voto del adulto mayor, que en Moquegua no son pocos, dónde además “Jamocho” está mejor posicionado.

Gilia no solo ganó de lejos los debates, sino que además aprovechó para dejar en ridículo a su adversario por su mala memoria. Fue fatal que Jaime Rodríguez no recordara las obras que hizo en las zonas altoandinas pues el mensaje que dejó antes sus electores es que para gobernar no solo se necesita experiencia sino también juventud.

PR: ¿Te atreves a dar un pronóstico?

Es posible que Moquegua tenga por segunda vez una gobernadora, pero esperamos que no sea como la primera, porque necesitamos reconciliarnos, reconocernos como iguales, al margen de dónde vivamos, con iguales derechos en la distribución de los recursos económicos, pues Ilo ha sido maltratado económicamente hablando.

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