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El asbesto mortal 

Por: Arnulfo Benavente Díaz

El asbesto es un producto silencioso y mortal para el ser humano. Es también conocido como amianto, es una fibra mineral natural que ha sido utilizada en una variedad de aplicaciones industriales debido a su resistencia al calor y a los productos químicos. Sin embargo, su uso ha sido limitado o prohibido en muchos países debido a su potencial daño a la salud humana.

¿Qué daño provoca el asbesto en la salud?

La exposición al asbesto puede causar una serie de enfermedades graves, algunas de las cuales pueden ser mortales. Las fibras de asbesto son pequeñas y pueden ser fácilmente inhaladas o ingeridas. Una vez en el cuerpo, estas fibras pueden alojarse en los pulmones o en el estómago y causar daño a largo plazo.

La enfermedad más comúnmente asociada con la exposición al asbesto es la asbestosis, una forma de fibrosis pulmonar. Esta enfermedad causa cicatrices en los pulmones, lo que dificulta la respiración y puede llevar a insuficiencia respiratoria.

Además, la exposición al asbesto está fuertemente asociada con varios tipos de cáncer, incluyendo el mesotelioma (un cáncer raro que afecta la membrana que recubre los pulmones y el abdomen) y el cáncer de pulmón.

¿Quién está en riesgo?

Cualquier persona que esté expuesta al asbesto está en riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el asbesto. Sin embargo, el riesgo es especialmente alto para las personas que trabajan o han trabajado en industrias que utilizan asbesto, como la construcción, la minería, la fabricación de productos de asbesto y la reparación de automóviles.

También se puede estar expuesto al asbesto en el hogar, especialmente si se vive en una casa construida antes de 1980 que puede contener asbesto en aislamientos, techos de escayola y baldosas de vinilo.

La mejor manera de prevenir la exposición al asbesto es evitar cualquier contacto con el material. Si se sospecha la presencia de asbesto en el hogar o en el lugar de trabajo, es importante contratar a un profesional para que lo retire de manera segura.

En cuanto a la detección, las enfermedades relacionadas con el asbesto a menudo no se manifiestan hasta muchos años después de la exposición inicial. Por lo tanto, es importante que las personas que han estado expuestas al asbesto se sometan a exámenes médicos regulares para detectar signos de enfermedad.

Las calaminas de asbesto (también conocidas como láminas de asbesto) han sido utilizadas durante mucho tiempo en la construcción, especialmente para techos de casas. Son populares debido a su resistencia y durabilidad, además de sus propiedades de aislamiento térmico y acústico.

Estas calaminas son fabricadas con silicato cálcico magnésico, una fibra delgada, dura y rígida que ofrece resistencia a la tracción. Son utilizadas como recubrimiento para viviendas o sistemas de techado, proporcionando una barrera efectiva contra los elementos y ayudando a mantener las casas frescas en climas cálidos.

Sin embargo, a pesar de sus ventajas, las calaminas de asbesto presentan riesgos importantes para la salud. La exposición al asbesto puede causar enfermedades graves como la asbestosis, el mesotelioma y el cáncer de pulmón. Por esta razón, en muchos países su uso está restringido o prohibido.

Si tienes un techo de asbesto en tu casa y estás considerando reemplazarlo, existen varios productos seguros. Algunos incluyen techos de acero, aluminio, cobre, zinc, madera, pizarra o tejas.

En la ciudad existen techos de asbesto mortal, en centros educativos, iglesias, casas y comedores del adulto mayor. Toda la responsabilidad se encuentra en las autoridades, porque deben dar vida sana al ciudadano y no lo contrario.

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