POR: GODOFREDO VALDIVIA AYALA
Mediante la Resolución Viceministerial Directoral Nº 000002-2024-VMPCIC/MC, publicada el pasado domingo en el Boletín de normas legales del diario oficial El Peruano, se oficializó la declaratoria como patrimonio cultural de la nación a la festividad religiosa de la Amargura del Señor de la Caridad, la cual tiene lugar en el distrito de La Capilla, perteneciente a la Provincia Gral. Sánchez Cerro.
Esta celebración ritual, con raíces que se remontan a la época colonial, fue establecida como parte de los procesos de evangelización llevados a cabo por las órdenes religiosas misioneras en el territorio peruano. En particular, los misioneros franciscanos, con una amplia presencia en las regiones costa, sierra y selva del sur del país, desempeñaron un papel crucial en su instauración.
Hasta la década de 1960, la festividad fue organizada y financiada por los devotantes locales, pobladores y familias del distrito de La Capilla, comprometidos con la realización de las actividades celebratorias en lugares tradicionales como la Huerta Grande y el Olivo.
Sin embargo, en las décadas posteriores, la estructura organizativa evolucionó con la creación de la Asociación de la Hermandad del Señor de la Caridad del distrito La Capilla, fundada el 19 de noviembre de 2012. Su objetivo principal es salvaguardar la festividad, promover la fe y el culto al Señor de la Caridad. Actualmente, la asociación representa a los devotos ante las autoridades y está compuesta por seis miembros encargados de coordinar programas, invitaciones y actividades.
Los devotos señalan que la imagen del Señor de la Caridad no siempre estuvo en La Capilla, sino que fue trasladada desde Sahuanay. Otras tradiciones vinculan el lugar tradicional de la Huerta Grande con eventos de la guerra civil de mediados del siglo XIX. Los devotos, además, testimonian atributos curativos y de protección del Señor de la Caridad, que han brindado consuelo a los creyentes en periodos adversos. Estos hechos han llevado a que el fervor religioso lo designe como patrón jurado del distrito.
La conexión entre el Señor de la Caridad y la población capillana se manifiesta en diversos contextos, incluyendo asociaciones y grupos de residentes en otros departamentos, lo que asegura la continuidad de la festividad hacia nuevas generaciones, preservando así la identidad cultural de La Capilla. La declaratoria como patrimonio cultural refuerza el reconocimiento de esta celebración como parte integral del acervo cultural del país.