POR: FRANCISCO PEREA
Natalio Mancilla Rodríguez, formó parte de una generación de grandes delanteros del balompié porteño mollendino, que emigraron al fútbol profesional peruano, siguiendo la huella en los que abrieron este camino, como Rubelio “Choronga” Núñez, Juan Carlos Oblitas, Jacinto “El Choclo” Nieto, Tomy Saba, entre otros.
“Cebollita” como le solía llamar cariñosamente, era un delantero veloz, dueño de un gambeta endiablada, zurdo de nacimiento, jugaba por las puntas y desbordaba fácilmente a cuanto rival tenía enfrente.
Primero de Mayo, el club de su natal Matarani, Marítimo Sport Club y Pesca Perú, fueron testigos de sus innegables condiciones cualidades.
En 1973 llega al Sporting Cristal, recomendado por otro mollendino, que fue figura en el cuadro bajopontino Faustino, que era muy amigo de su padre don Manuel Mancilla. Allí se encuentra con cracks de la talla de Ramón Miflin, “Chito” La Torre, Rubiños, Pepe del Castillo y Eloy Campos.
Con este último, Natalio protagonizó duros duelos en las prácticas.
Cuenta “Ceboillita”, que, “en una jugada, me atreví a hacerle un a ‘huacha’ a Campos y la pagué caro, porque no me la perdonó. En la siguiente jugada me dio por la espalda, a la mala, lo que obligó a ‘Chito’ La Torre, llamarle la atención. Eloy Campos nunca me dirigió la palabra”.
Natalio tenía un escollo difícil de superar en el equipo, y era nada menos que Alberto Gallardo, que era el titular y seleccionado nacional, por lo que dejó Cristal y se a jugar a Chimbote. Es contratado por el José Gálvez, que había armado un gran equipo para intervenir el fútbol profesional. Después jugó en el Melgar de Arequipa al lado de otro mollendino Hernán “Pirrincho” Paredes.
Uno de los momentos de grata recordación para Natalio, fue su paso por Pesca Perú, donde con su fútbol pícaro y su habilidad contribuyó a que el cuadro anchovetero llegara a la final de la Copa Perú en el Estadio Nacional de Lima, en los años 1976 y 1977.
Al dejar el fútbol activo, viajó a Venezuela donde radicó hasta su muerte en el año 2011, a causa de un paro cardiaco.
