- Clasificados -

Bajadas de Reyes Magos

La Bajada de Reyes, es una fiesta que recuerda la primera revelación del Niño Manuelito, ante personas de otras religiones representadas por los Reyes Magos.

POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)  

No hay lugar en el mundo católico, donde no se dedique un espacio que recuerde la visita de los Reyes Magos al Niño Jesús. La Biblia describe este suceso, sin mencionar el número de orientales que se postraron ante el Niño Dios, ante Dios hecho hombre, sin embargo, la tradición a nivel mundial, ha entronizado el número 3, como la cantidad de los portadores del oro, incienso y mirra.

El 6 de enero de cada año, muchos lugares del Perú vibran con la cabalgata de los Reyes Magos.  Famosas son las Bajadas de Reyes de Narihualá (Catacaos), y de Sullana, quizá por tener viejas y bien cimentadas raíces desde el mundo virreinal, y porque en ambos lugares hay comités de personas congregadas por la buena voluntad y su orientación por el quehacer cultural, son agentes del fortalecimiento de la identidad regional.

La Bajada de Reyes, es una fiesta que recuerda la primera revelación del Niño Manuelito, ante personas de otras religiones representadas por los Reyes Magos. Esta rememoración se hace cargada de bailes tradicionales, comidas, dulces y música para la ocasión, cuyo colorido era mayor en otros tiempos.

En Ayacucho, no faltan los violines y las arpas, como se hacía en Piura, cuando antes de la llegada de los pianitos ambulantes, las arpas hacían bailar a los danzantes, mientras llegaban con animalitos y todo tipo de presentes ante el Niño Jesús.

En Puno, la feligresía llega hasta el Santuario Virgen de la Candelaria, donde se hace la celebración, tras el llamado a la gente por el toque de campanas. En Ica, la Bajada de Reyes se celebra como se hacía en Sechura, con la Danza de los Negritos y Pallas, que recorrían las calles, llegando hasta las casas e instituciones donde había pesebres y de detenían para adorar al Niño, en hermosos nacimientos, a veces con estampas en vivo.

Yo participé en algunas Bajadas de Reyes en Sullana, que se hacían entre el 6 y 20 de enero, considerando que a veces en dos cuadras seguidas había varios nacimientos, ubicados en chicheríos, y las dueñas de las picanterías buscaban una ligera ganancia tras la actividad. Se designaba a los tres primeros padrinos y madrinas, teniendo en cuenta la capacidad económica de los escogidos, indudablemente, tras la visible limosna que dejaban, eran agasajados con pavo, chancho o gallina, dependiendo del monto. A veces a los de menor colaboración, les daban pescado.

En Sullana y en Catacaos, el recorrido comienza en la Plaza de Armas, y a veces empieza desde sitios estratégicos para la congregación de gentes, desde ahí desfilan Melchor, Gaspar, y Baltasar. En Sullana la tradición se mantiene gracias a Caja Sullana, que cada año participa activamente en la organización de la Cabalgata de Reyes Magos asociada a las fiestas de fin de año, y a la fiesta en honor al Señor de la Agonía, Patrono de Sullana, procurando un colorido extraordinario, la actividad este año es liderada por Caja Sullana, con la participación principal de la Parroquia Santísima Trinidad, la Municipalidad Provincial de Sullana, y la Universidad Nacional de Frontera.

Con estas alianzas promotoras del quehacer cultural y del mantenimiento de la tradición, estas se mantienen inamovibles, fortalecidas por el sentimiento religioso, por eso nunca desaparecerá la tradicional Bajada de Reyes, que este año, por efectos de la pandemia, se limitará solamente a la Adoración de los Reyes Magos, siguiendo el protocolo establecido desde la Iglesia Matriz de Sullana. Terminado el acto se procederá al reparto entre el público, de las estampas para la ocasión, donadas por Caja Sullana.

Análisis & Opinión

ANÁLISIS Y OPINIÓN