El presente artículo, redactado con motivo de los 50 años de creación política de Ilo, trata de reflejar lo que pensábamos, soñábamos, hicimos con voluntad y pasión, logramos, los factores que lo hicieron posible, y lo que aprendimos en la gestión de siete periodos de Gobierno Local de Ilo, entre 1981-1989 y 1990-2001, alcaldías de Julio Díaz Palacios y Ernesto Herrera Becerra, respectivamente.
- LOS PROBLEMAS QUE ENCONTRAMOS
Desde 1981, para promover desde la Alcaldía la mejor comprensión de los problemas de la ciudad de Ilo y orientar sus posibilidades de solución, compartíamos el enfoque de q ue ella padecía las “enfermedades” siguientes:
Malformaciones congénitas, por fallas en la planificación y causa crecimiento caótico y déficit de infraestructura y equipamiento urbano. Desnutrición, por falta de recursos de todo tipo: materiales, técnicos, económicos, y problemas en el abastecimiento de alimentos. Deshidratación crónica, por severas deficiencias de agua potable parta la población y otros usos.
Insuficiencia circulatoria, debido a deficiencias en vías de comunicación local, con Moquegua y la Región Sur. Insuficiencia respiratoria, por falta de áreas verdes: Trastornos del lenguaje, por mala prestación de los servicios de la telefonía y el correo postal a cargo de entidades públicas.
Cáncer, por la contaminación ambiental como subproducto del crecimiento demográfico, urbanización caótica, por déficits de alcantarillado y mala gestión de los residuos sólidos, por industrias que descuidaron la protección ambiental.
Síndromes: de “cuerpo extraño”, por la presencia de enclave de la transnacional SPCC; “depresivo-ansioso”, por el marginamiento de la provincia por parte del Estado y del Gobierno Central, y las instancias departamentales; y de “falta de identidad” entre los ciudadanos y la ciudad, por los factores señalados, por vivir la ciudad de espaldar al mar, por carecer de belleza, y ser poco conocida.
- LAS VISIONES PARA ENFRENTAR ESOS PROBLEMAS
Para enfrentar semejantes problemas nos orientamos por una visión o sueños colectivos (Proyecto Ilo) que indicaban lo queríamos:
“Una ciudad integral”, adecuadamente planificada para el mejor uso de sus suelos, con los servicios necesarios, amplias calles y avenidas, con áreas verdes, limpia y descontaminada.
“Una ciudad y un pueblo que se reconcilien con el infinito azul” del mar a través del malecón costero.
“Una ciudad inclusiva de niños, hombres y mujeres”, donde todos puedan realizarse como personas.
“Una ciudad sana, hermosa y orgullosa” hecha y querida por todos.
“Una ciudad cuyo desarrollo sea “apuntalado económicamente” por: un complejo metalúrgico del cobre, liderado por Minero Perú, la industria pesquera, y la irrigación de las Lomas de Ilo a cargo del proyecto Pasto Grande, así como por el aprovechamiento de su articulación regional, macroregional e internacional y de sus potencialidades geopolíticas por ser una ciudad portuaria, etc.
- LOS MEDIOS EMPLEADOS
Para avanzar por diversos caminos a la concreción de esta visión, postulamos un pliego de propuestas o reclamos, entre los que destacaban la regionalización del sur del país como vía de descentralización; la planificación integral participativa y concertada de la ciudad especialmente su desarrollo urbano; la generación mediante nuevos empleos en la industria metalúrgica y pesquera; el mejoramiento de servicios, particularmente agua potable, educación, provisión de alimentos, áreas verdes, y salud; el impulso de una enérgica política ambiental sobre el aire, agua y suelo; la conexión vial (costanera sur) y la carretera Ilo-Moquegua-La Paz; y la conquista del canon minero y pesquero para financiar los proyectos.
Considerábamos que conquista de estos objetivos corresponda al pueblo bajo el liderazgo de la Municipalidad, y en el marco de los profundos cambios que el Perú necesitaba.
- LOGROS ALCANZADOS O AVANZADOS
Hasta inicios del siglo XXI, la ciudad avanzó en contar con un nuevo enfoque de desarrollo, desarrollo sostenible; ciudadanos proactivos, organizados, conscientes de sus derechos y deberes, identificados y constructores de sus barrios y de la ciudad, recreando el sentido comunitario andino y con elevada conciencia ambiental y cultura planificadora; evolución de la precaria municipalidad de los 70s en un efectivo gobierno local, potente por su liderazgo innovador y capacidad propositiva; creación institucionalizada de espacios de participación y concertación e instrumentos como los planes de desarrollo concertado, el presupuesto participativo, rendición de cuentas, con aprobación de ordenanzas con lo que se ampliaron y enriquecieron los derechos ciudadanos; vigoroso desarrollo urbano de la ciudad con proyectos emblemáticos como la gestión ambiental, sistema de tres malecones, que hicieron posible el encuentro con el mar y varias obras de equipamiento y embellecimiento de la ciudad, y los programas municipales de vivienda (Promuvis), afirmando el derecho a la ciudad.
A nivel nacional, se contribuyó a la constitucionalización de las políticas y derechos ambientales en 1993 y el canon en base al total de ingresos, creación del Consejo Nacional del Ambiente en 1994, y posteriormente en las leyes de descentralización, leyes orgánicas de regiones y de municipalidades, de presupuesto participativo, estándares de calidad de aire, etc. Por estos y otros logros, Ilo fue un “laboratorio político-social”, y se convirtió en un referente regional, nacional e internacional, de “cómo construir Estado nacional desde la base”.
- GRANDES FACTORES QUE HICIERON POSIBLE ESTOS AVANCES
Fueron tres los factores fundamentales entre 1981-2001, integradores de muchas actividades, que estuvieron a la base de estos avances:
La “construcción de un gobierno local” democrático, transparente, promotor de la unidad del pueblo mediante consensos (buscando la unidad desde la diversidad) y facilitador de su cumplimiento, en el marco de los sueños compartidos, así como impulsor de las coordinaciones intergubernamentales y el apoyo del Congreso de la República y de la cooperación internacional.
La “cohesión de una sociedad local con ciudadanos solidarios”, vinculados por objetivos comunales y provinciales y regionales, capaces de combinar la gestión de sus obras comunales con las de escala provincial y de luchar ante los obstáculos, orgullosos de ser protagonistas en la ciudad.
La “organización y presencia de actores del desarrollo” (Frente de Defensa, Federación de Pueblos Jóvenes, Federación de la Mujer, Comités de Gestión, partidos políticos, etc.), así como las alianzas con la Municipalidad de Mariscal Nieto y el FEDIP-Moquegua, y las coordinaciones con los representantes parlamentarios.
- LECCIONES APRENDIDAS: UN CAPITAL PARA ENFRENTAR LOS NUEVOS DESAFÍOS
El impulso de los factores articulados por los sueños compartidos nos enseñaron: (a) las visiones de futuro basadas en potencialidades y oportunidades, son fuerzas motrices fundamentales para los cambios, y deben expresarse en la planificación participativa y concertada, porque el desarrollo es tarea de todos; (b) el liderazgo democrático de los gobiernos locales debe reflejarse en una política de “puertas abiertas” incluso para los adversarios, y construir alianzas político, sociales, económicas a nivel local, regional y nacional, para fortalecer la gestión local; (c) los alcaldes y sus equipos de gobierno deben liderar democráticamente estos procesos en base a los consensos que faciliten mejores resultados; (d) con frecuencia las acciones de desarrollo deben seguir la ruta siguiente: “del reclamo a la protesta y movilización social, de ésta a la propuesta y su elaboración técnica, y luego de su gestión, mostrar los resultados alcanzados ”.
Pero también: (e) los equipos de gobierno y grupos de trabajo solo podrán aportar de manera significativa, si están integrados con personas calificadas para innovar la gestión pública; (f) el desarrollo requiere de procesos acumulativos a través de continuidad de políticas públicas y de proyectos y acciones coherentes de corto, mediano y largo plazo, para atender las prioridades del desarrollo integral; (g) la democratización de la información y el acceso al conocimiento empodera a las instituciones y personas para una mejor gestión pública; (h) la transparencia, rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción, fortalecen la credibilidad y confianza; (j) evaluar y sistematizar la gestión aporta nuevas evidencias de lo que funciona bien, las que ayudan a tomar mejores decisiones en base a las evidencias identificadas.
Estas lecciones, parte de la gestión del conocimiento moderno para gobernar mejor, mantienen hoy plena vigencia. Pueden ser aplicadas en esta excepcional situación de crisis sanitaria, social y económica, provocada por la pandemia del Covid-19. Para despejar la incertidumbre actual en la emergencia sanitaria y cuarentena, y luego para reconstruir la vida integral de la ciudad, con enfoques de desarrollo humano y, por supuesto, con el concurso de todos como corresponde a nuestra tradición histórica.