POR: ANGÉLICA ESPINOZA ORTIZ
La psiquiatra Marian Rojas Estapé explica detalladamente en su libro “Encuentra tu persona vitamina” algunas maneras de vivir más tranquilos. Entendemos que la emoción que todos anhelan no es la felicidad en realidad, sino la tranquilidad. Lo más saludable y motivador para un ser humano es estar en paz. Goza de este sentimiento, que puede convertirse en un estado de ánimo, y es lo más satisfactorio que podemos experimentar.
Citaré algunos párrafos para aclarar algunas pautas básicas para lograrlo:
“Una persona no es tóxica por sí misma, es tóxico el efecto que genera en ti.” Cuando dos personas se unen, ambas tienen una reacción hacia la otra que no necesariamente tendría que ser la misma con todos. Por eso, en el penúltimo artículo te indiqué cómo identificarlos y, si es necesario, alejarse porque se dañan ambos. Existen diferentes tipos de carreras que pueden ayudarnos de manera más especializada en necesidades específicas. En este caso, muchos queremos ayudar a esta persona y buscamos la manera de hacerle entender que debe realizar algunos cambios para ser feliz y vivir en paz con su pareja. Sin embargo, hay cosas que no podemos manejar debido a la cercanía con la persona, lo que contamina la información. Es mejor buscar un especialista que verdaderamente pueda ayudar.
En cuanto al aspecto personal, “El amor no es solo un sentimiento, sino un acto de voluntad. Yo decido, yo trabajo la relación porque me conviene, porque es adecuada para mí, porque es buena y me hace ser mejor persona, aunque sufra en ocasiones. No puedo basar el amor solo en sentimientos o razones, ya que estos – por definición – fluctúan, cambian y evolucionan.” Por lo tanto, en una relación de dos personas, ambas deben poner de su parte. Si no funciona, es porque no se debe continuar en esa relación, ya que el amor es un acto voluntario y no por intereses o sometimientos. “Cuando decidimos cuidar el corazón, cuando apostamos por una relación, cuando elegimos arriesgar y querer a alguien y demostrárselo, nuestra vida cambia por completo. Esa dedicación requiere, no obstante, esfuerzo: tiempo, constancia, voluntad y paciencia. Decidir querer a alguien conlleva, en ocasiones, sanar nuestras heridas emocionales.”
