POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEM)
La lúcuma está en nuestra dieta diaria, si antes lo estaba en los helados y dulces y pasteles, hoy es componente del jugo del desayuno diario. Cuanto asistimos a comprar frutas en los mercados lo encontramos cada vez en mayor cantidad. La lúcuma es una fruta agradable, dulce y nutritiva, la preferencia, como a la mayoría de los consumidores, nos llegó por curiosidad de alguna voz que casi siempre era de la abuelita.
Lo más importante es que la lúcuma es un fruto amazónico, todo indica que cuando el ser humano primitivo ingreso a lo que hoy es nuestro territorio siguió la ruta de la selva, siguió la a la sierra y la costa llevando entre sus manos este producto de pulpa amarillo anaranjada. Y como siempre nuestra falta de identidad nacional ignoro lo resplandeciente del fruto y por largos años oprimido sobrevivió.
La cultura popular en algunos casos es más grande que el marketing de otros productos empaquetados y sin contenido proteínico e hizo que el fruto perdure. La ciencia se sumó a posesionar el producto y está demostrando grandes bondades de la lúcuma.
El diario “El Español” en un artículo internacional titulado “Lúcuma, todos los beneficios y propiedades del oro de los incas” indica que es un excelente edulcorante natural, enfatiza que es originario del Perú, agrega que es un superalimento y es uno de los 50 alimentos que mejoran nuestra salud mundial pues sus propiedades benefician nuestro organismo por el gran contenido de nutrientes, fibra y antioxidantes en la que destaca el betacaroteno que precede a la vitamina A responsable de la reparación el tejido celular en especial los de la piel; también antecede la vitamina B3 y recomendable con aquellos que no consumen muchas carnes, la presencia de minerales es considerable en especial el potasio para salud cardiovascular. El listado es grande y variado. Y como pasó con la quinua ha comenzado a suceder con la lúcuma, son decenas de países que se interesan hoy por extenderlo en la faz de la tierra.
Uno de ellos es España que ya lo introdujo en su producción, lo estudia más en los laboratorios de sus Centros experimentales, indican que todavía en un fruto no conocido, pero dado su importancia y valor será difundido. Testimonio de la internacionalización es que las exportaciones de Lúcuma en los últimos años crecieron enormemente.
En el último estudio de mercado al 2021 realizado por el Ministerio de Agricultura el valor de las exportaciones por cada año entre el 2016 al 2021 fueron de 3 millones dólares en promedio. Las presentaciones o producto final para la venta ya no es solamente el fruto en su forma natural, así tenemos que la harina ocupa el 54%, la pulpa 42%, congelado 3% y fresco 1%. Los que más nos compran lúcuma entre el 2016 al 2020 son Estados Unidos con 40%, Chile 24%, Reino Unido 12%. Alemania 5%, Australia 4% y siguen una decena de países con menos del 4% (gráfico 01). Por otro lado, el precio internacional oscila entre los 10 a 12 dólares el kilo y la pulpa oscila entre los 3 a 4 dólares el kilo.
La producción de la lúcuma en nuestro país se realiza en aproximadamente 2 mil hectáreas con un aproximado de 14 mil toneladas al año, Lima concentra la mayor producción con el 64% e Ica con 15%. es la segunda, le siguen los departamentos de la sierra y de la costa, pero con porcentajes mínimos (gráfico 02).
Arequipa, Moquegua y Tacna tienen bajos porcentajes por el bajo número de hectáreas que tienen y muy dedicadas al forraje. Si aumentasen sus irrigaciones agrícolas como Majes II, Lomas de Ilo y las de Tomasire podrían elevar sus producciones y exportaciones de Lúcuma. Por lo pronto sigue concentrado en la agricultura familiar.
Recordemos que los países ya están valorando a la Lúcuma como el oro de los Incas que seguramente están dispuestos a llevárselo como lo hicieron con el oro metálico. No dejemos que las oportunidades se nos pasen por nuestra cara.
