Sumamente contrariado se mostró el consejero delegado Luis Miguel Caya Salazar, al haber sido involucrado por parte del procurador regional en el presunto delito de tráfico de influencias.
Desmintió que se haya comunicado con el asesor jurídico Carlos Murillo, para influenciar o interceder en la toma de decisiones conforme está tipificado en el Código Penal.
“Quiero solicitarle al presidente de la Junta de Fiscales aperture de inmediato una investigación por el presunto delito de tráfico de influencias que lo ha tipificado el procurador público del Gobierno Regional Moquegua, quien se demorará una semana para hacer la denuncia”, expresó.
Señaló que dentro de las investigaciones se demostrará su inocencia, desmintiendo que haya tenido algún beneficio e influenciado frente algún servidor o funcionario regional.
Caya, precisó que desde que asumió el cargo de consejero delegado labora con una política de puertas abiertas y recibe a dirigentes, padres de familia, deportistas, proveedores y funcionarios del GRM para coordinar temas de la institución.
“Yo recuerdo que hace 3 o 4 semanas se acercaron unos señores señalando que tenían un inconveniente respecto a una carta notarial que se les había entregado, ese diálogo no duró más de 2 minutos, porque tenía otras reuniones”, refirió.
Les dijo que, en ningún momento, el Consejo Regional resuelve ese tipo de acciones y les señaló que si había alguna irregularidad tendrían que tratarlo con el jefe de Asesoría Jurídica.
A la vez, sostuvo que se allana a todas las diligencias por parte del Ministerio Público, porque no ha cometido ningún delito, no recibió ningún beneficio y no se comunicó con ningún funcionario.