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Las Mypes: olvidadas y abandonadas

La pandemia y la política nacional los arrinconó en el encierro, no podían vender sus productos y servicios…

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)

La pandemia, la crisis económica y la desigual intervención de la política pública han afectado drásticamente a las micro y pequeñas empresas del país (Mypes) y en especial del departamento de Moquegua. La situación de inoperatividad y parálisis las ha conllevado a su casi desaparición en el escenario empresarial. Vargas Gonzales (2020) señala que las Mypes son el 99.5% del total de empresas del Perú, de las cuales el 96.2% son microempresas y 3.2 son pequeñas, 0.1% son medianas y 0.5% son grandes.

Es deducible la información que ellas concentran el mayor número de empleos, las Mypes general el 70% de la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada y su aporte el Producto Bruto Interno (PBI) representa el 24%. Es decir, en las Mypes están la mayoría de los empleos y actividades productivas, principalmente en las actividades de comercio y servicios con un 87.6% y en la industria con 12.4%.

La pandemia y la política nacional los arrinconó en el encierro, no podían vender sus productos y servicios, por tanto, no tenían ingresos, los pagos a sus proveedores y trabajadores fueron postergados a la etapa de la reactivación económica que no se cristaliza, sus posibilidades de acceder al crédito les fueron mayoritariamente imposibles pues no calificaban, su expulsión del mercado los ha puesto al borde del cierre.

Una regla de las finanzas señala que cuando los ingresos no logran cubrir los costos variables y sobre todo los costos fijos lo recomendable es cerrar la empresa y eso es lo que está ocurriendo aceleradamente en el país y nuestro departamento con los emprendimientos y Mypes.

Es difícil sobrevivir en medio de esta guerra letal, en particular con las que vendían al mercado interno. Aun así, son cientos de empresas que luchan por la sobrevivencia cambiando sus actividades productivas por las de servicios en las que la competencia es despiadada. Se resalta casos excepcionales que le están yendo bien porque han acertado en posesionarse en alguna de las pocas oportunidades que también traen las crisis.

Otras, ligadas más al sector minero metalúrgico, más solventes tenían dinero en caja, han seguido proveyendo a las grandes empresas e incluso han accedido a los créditos del gobierno central como el FAE y Reactiva Perú. Son casos excepcionales y escasos y como dice el refrán en vuelo de una golondrina no hace un verano. Lo general y de amplio porcentaje es que

La dramática situación es también del departamento de Moquegua, en la última Encuesta de instituciones y organizaciones ligadas al sector microempresarial encabezadas por la Gerencia Regional de la Producción de Moquegua (GREPRO) y el CEOP Ilo   la información obtenida es elocuente y destacamos algunos de ellos que por sí solos dicen mucho: el 42% indica que el efecto de la pandemia ha afectado la continuidad de su negocio, 34% señala que no pueden pagar sus obligaciones de crédito y servicios y el 17% la consecuencia es no poder sostener a su familia. Con respecto a sus ingresos el 43% de emprendedores y Mypes los obtuvieron muy parcialmente, 41% no tuvo ingresos y 16% si genero ingresos. Un 77% de ellos indican que sus clientes son los de venta directa.

Afrontan la crisis con sus ahorros en 57%, prestamos de familias o terceros 21%, con préstamos de entidades financieras 12% y con programas del gobierno central solo el 4%. Por el lado de las instituciones públicas solo un 14% reconoce alguna medida del GORE Moquegua en favor de las Mypes y 86% no le reconoce nada. La misma apreciación se da con los Municipios (la encuesta no indica cual o se refiere a Ilo y Mariscal Nieto juntos) en la que solo el 9% le reconocen alguna medida, mientras que el 91% no le reconocen ninguna medida.

A manera de conclusión de esta parte, deducimos que, aproximadamente el 80% de los emprendedores y Mypes vieron reducir sus ingresos cuantiosamente, más del 70% venden directamente sus productos y servicios; la empresa privada y sector público no les significa gran cosa para ellos; solo un 4% recibió ayuda del gobierno central y el resto se la tuvo que recursear con sus ahorros, prestamos familiares o entidades financieras.

De otro lado y lamentable es que la apreciación de los emprendedores y Mypes sobre medidas a su favor por parte del Gobierno Regional y las Municipalidades provinciales es muy baja en un promedio solo en 12%. Observando las inversiones comprobamos que si es cierto que es poco o nada lo que hicieron por los emprendedores y Mypes, salvo los hermosos documentos de diagnóstico e intenciones que están colgados en la pared para mirarlos y sin financiamiento.

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