La vacancia de Cuarto Poder

…lo cierto es que el presidente le debe muchas explicaciones al país.

POR: JULIO FAILOC RIVAS   

El poder mediático nos hizo creer que la vacancia estaba a la vuelta de la esquina.  Lo único que hizo –el antepasado domingo— es parir un ratón, al cual Juan Carlos Tafur, lo ha llamado, con justa razón, fraude periodístico.

Como a casi todo el Perú, nos llegó por distintos medios una nota que decía literalmente: “ Son tres audios, ya están en manos de varios medios de comunicación: 1) Primer audio: Lo tiene Cuarto Poder , es una grabación entre un congresista de Perú Libre ( parece ser Alex Paredes) de la facción magisterial, negociando con otro congresista de AP, para evitar la interpelación de Castillo… parecido al caso Mamani; 2) segundo audio, conversación entre Karelim López (la lobista de seis ingresos a palacio y uno a Breña) con el sobrino de Castillo, Fray Vásquez Castillo, recibiendo dinero en dólares para Castillo; audio grabado por la misma López;  3) tercer audio; también grabado por López con el presidente Castillo sobre una obra por adjudicar a una constructora; este audio no se sabe si fue grabado en Palacio o en Breña”. La suerte de Castillo estaba echada acompañada de una frustración generalizada de todos los que votaron por él.

Quien redactó esta nota sabía perfectamente lo que hacía.  Su alineamiento con lo propalado con el programa dominical Cuarto Poder había sido trabajado con una pulcritud sórdida. Estaban los personajes mediáticos, el lugar (Breña) donde supuestamente se despachaba ilegalmente, el móvil demoledor (el dinero recibido por el sobrino para entregarte al presidente) y el actor principal, Pedro Castillo, pactando la obra, sobre la cuál “había recibido” la coima.

Todo era tan perfecto y lógico, que hacía que el humo propalado sea creíble a tal punto de  Imaginar a Cerrón frotándose las manos por la oportunidad de recuperar su cuota de poder perdida, a la presidenta del Congreso con la ilusión de estar a un paso de ser la primera mandataria del país en caso que Dina Baluarte se le ocurría renunciar por solidaridad con el presidente Castillo; y sobre todo, la inmensa alegría desplegada por las tres versiones del fujimorismo,  por nueva oportunidad de volver a repostular a la presidencia, una vez que sea vacado el presidente y la vicepresidenta.

La ilusión de lo perfecto cayó una vez que el humo se diluyó. Los audios no eran los que se vendieron. Lo cierto es que lo difundido por Cuarto Poder no pasó de ser más que un fraude mediático, irresponsable y desestabilizador, no solo del gobierno, sino de nuestra economía. Sin dejar de ser grave lo propalado, lo cierto es que nada de lo dicho compromete directamente al presidente, y, por el contrario, se tiró abajo el plan de los vacadores a tal punto que no lograron obtener siquiera los 52 votos que se necesita para la admisión del debate en el pleno del Congreso.

El Cuarto Poder de Estado – en nuestro caso de los medios concentrados– resultaron ser tan o más torpes que el presidente. Con esto queda demostrado que no solo Castillo tiene en él a su peor enemigo, sino que esto aplica también para los medios concentrados que han dejado sin quórum la vacancia presidencial.

Los únicos vacados fueron el hijo de Federico Salazar y Tatiana Alemán, por ser los bustos parlantes de los “audio bomba”, como si ellos fueran suficiente para reparar el daño que le han hecho a la economía del país.

Más allá de que no se haya alcanzado los votos para que se admita a debate la vacancia en el pleno del Congreso, lo cierto es que el presidente le debe muchas explicaciones al país. De él depende alejar el fantasma de la vacancia y la posibilidad de generar una nueva correlación política al interior del Congreso que aísle a derecha e izquierda extremista y avance hacia la gobernabilidad. No hacerlo es seguir alimentando la desconfianza, un deterioro mayor del gobierno y nuevos intentos de vacancia con la consiguiente inestabilidad del país en perjuicio de todos los peruanos.

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