- Clasificados -

La necesidad de una elite dirigente reflexiva

Basadre, ¡qué tema no ha estudiado y qué problema no ha identificado con rigor! Es difícil no encontrar una referencia suya a los numerosos y graves problemas que angustian a los peruanos.

POR: MANUEL PINTO MOSCOSO (*) [mpinto@cee.uned.es]    

Los momentos por los que atraviesa el país hacen necesario que colaboremos desde nuestras distintas posiciones de trabajo o de pensamiento. El Perú necesita de todos sus hijos, incluso de los que como yo vivimos fuera del Perú y que llevamos tatuadas en nuestras almas el Perú. Y empiezo hablando de lo que para nuestro profundo pensador tacneño Jorge Basadre era vital: la existencia de una élite dirigente que estuviera a la altura de sus problemas y de sus posibilidades (1). Basadre, ¡qué tema no ha estudiado y qué problema no ha identificado con rigor! Es difícil no encontrar una referencia suya a los numerosos y graves problemas que angustian a los peruanos.

Ahora me referiré a lo que él llama “comandar” un país (así en presente, porque debemos dialogar con él, con sus ideas, con sus pensamientos) ahora que estamos tan faltos de esta élite dirigencial: “…la misión esencial de las auténticas élites [es] comandar” (los subrayados son míos) (p. 39) (2) ¿Y qué entendía Basadre por comandar? “Comandar no es sólo impartir órdenes. Es preparar, orientar, comprender las situaciones que han surgido y adelantarse a las que van a surgir…, vivir con la conciencia del propio destino común,…” (p. 39) porque “en relación con la masa, la élite necesita ahondar y fortificar su conciencia colectiva, crear su unidad consciente, interpretar y encarnar sus esperanzas, atender sus urgencias, resolver sus necesidades, desarrollar sus posibilidades, alentar sus empresas, presidir sus avances, defenderla de los peligros que vengan desde fuera o desde adentro. Tal es, al menos hoy la misión de las élites” (p. 40).

Pero no se crea que Basadre separaba pueblo de élite o la contraponía. No. Su visión no identifica élite con oligarquía pues “para formar élite no importa de dónde se proceda: importa a dónde se va o se quiere ir” (p. 49). Es decir, las élites por su capacidad de educación son las que tienen la obligación de proponer soluciones a los problemas del país y que éstas sean debatidas y asumidas o rechazadas, técnicamente, bien por el Poder Ejecutivo o bien por el Poder Legislativo y que se plasmarían en las leyes que contienen una serie de políticas públicas sectoriales. ¿Se ha dado este proceso en el país?

Por otra parte, no se trata de que no haya pensadores y organizaciones especializadas. No. Existen y de nivel. Hablo en el sentido de élites como un cuerpo mínimamente cohesionado de organicidad y de pensamiento, y con la capacidad de hacerse escuchar por el gobernante de turno.

¿Cuáles serían las razones por las cuales el gobernante aprobaría esas recomendaciones o sugerencias? La calidad de sus propuestas y la seriedad de sus emisores. Y, si es necesario, deben utilizar todos los instrumentos que un Estado de Derecho y democracia pone a su alcance, incluyendo los de aportar sus mejores cuadros profesionales para participar directamente en la política del país.

Necesitamos por eso élites con estas características: respeto e interiorización de los grandes objetivos del país; identificación que Basadre y otros ilustres pensadores señalaron muy bien: identificarse con el Perú es identificarse con los problemas del pueblo sufriente y solucionarlos.

Si nos han de gobernar, que nos gobiernen los mejores. Y el pueblo debería encargarse, además, de que sean virtuosos y honestos.


[1] Justamente, uno de sus libros emblemáticos es Perú: problema y posibilidad (1931). Esta tribuna es un modesto homenaje a tan ilustre peruano que pensó y nos invita a repensar el Perú. Hombre coherente donde los haya que unió la palabra a su comportamiento ético, y quien visualizó al Perú con una mirada tolerante y de enorme pasión y razón por su Perú que tanto quería y que difícilmente le rendirá los honores que se merece.

[2] Ésta y las demás citas corresponden a Jorge Basadre (1990) La promesa de la vida peruana, Augusto Elmore Editor, Lima. Este libro formaba parte de otro de Basadre titulado Meditaciones sobre el destino histórico del Perú publicado el año 1947, Ediciones Huascarán, Lima.


(*) Ileño radicado en España docente en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Madrid – Facultad de Derecho.

Análisis & Opinión

ANÁLISIS Y OPINIÓN