POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEM)
El consumo de leche es una política internacional de máxima prioridad. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) así lo ha establecido e incluso ha declarado que el 01 de Julio se debe celebrar el Dia Mundial de la Leche con el objetivo de incentivar como el gran alimento especial en los niños y jóvenes, por su valor nutricional y base de desarrollo de las capacidades humanas.
Es un alimento que contiene proteínas de elevado valor biológico (3 a 5%), agregando un conjunto de vitaminas y minerales impresionables para la salud y vida humana. La Federación de Lechería indica en un vaso de leche aporta el 30% de la dosis diaria de calcio para mantener los huesos fuertes y dientes sólidos, se suma el efecto en el sistema nervioso y muscular. Nuestro país tiene un consumo per cápita de leche de 87 kg/persona/año y la FAO recomienda que su consumo debe llegar a los 120 kg/persona, entonces la brecha es más que evidente.
Son varios los países que han elevado sustancialmente este tipo de producción, en especial la de la vaca, así tenemos que la India es el mayor productor mundial con 21% del total, le siguen Estados Unidos, China, Pakistán y Brasil.
Son 150 millones de hogares que se dedican a la producción de leche y la mayoría son pequeños agricultores. Para crecer en la producción de leche se debe contar con agua adecuada, eliminar la pobreza, buenas condiciones climatológicas, políticas públicas acertadas y la reducción de los monopsonios.
En el Perú el Ministerio de Agricultura y Riego se propuso alcanzar la meta para el año 2021, producir 2.7 millones de toneladas de leche cruda con un rendimiento de 7.2 a 9.8 Kg/vaca/día y un consumo per cápita de 96 a 120 Kg/persona/año, el último dato antes de la pandemia (2017) se señala que esta llego a solo 2.0 millones de toneladas. En la pandemia (2020) la producción paso a 2.1 toneladas de leche fresca, con un consumo per cápita de 81.0 kg/persona/año.
Estudios realizados por Indecopi indican que los peruanos en promedio que en la canasta promedio de consumo dedicamos solo el 6% al consumo de la leche, lo superan la carne de pollo, frutas y el arroz. De otra parte, la mayor parte de venta de leche de vaca de venta en el mercado no es la leche fresca, son leches industriales como la evaporada y en menor volumen la pasteurizada, los acompañan los derivados como el queso y el yogurt.
Detrás de esta característica hay otra que la elevada concentración de mercado en el acopio, transformación industrial de la leche fresca de vaca y la comercialización de sus productos que no solo se mantiene por largos años, sino que crece más reduciendo la posibilidad de la venta directa de la leche fresca o el tratamiento en pequeñas plantas lecheras.
Del total del 2020 de leche fresca (2.0 millones de toneladas) 1.0 millones de toneladas (casi 50%) fueron acopiados por la industria láctea. La diferencia fue destinada a la industria artesanal (40%) principalmente para quesos y yogures y el resto (10%) para el autoconsumo, principalmente los terneritos.
De otro lado, del total de la leche acopiada por la industria en un 72% fue utilizada por Gloria S. A.; Leche Laive 10%, Nestlé 9%, P&D Andina 0.8% y otros 9%. Si hace dos décadas atrás la principal cuenca proveedor de leche a las industrias Lecheras era en el sur a Gloria S.A. y el en Norte lo era a Nestlé Corporation, hoy ya no lo es, ello cambio por la estructura de dominio monopsonio de Gloria S. A. de tal manera que la Cuenca del Norte conformado por Cajamarca y la Libertad en el 2020 produjeron 524 mil toneladas representando el 25%; la Cuenca del centro de Lima, Ica y Junín produjeron 499 mil toneladas que se tradujo en 23% del total; la Cuenca del Sur con 400 mil toneladas que significo el 19%.
El resto de regiones produjeron en conjunto 710 mil toneladas que represento el 33% de la producción de leche fresca. Y como deducimos el mayor porcentaje de la leche fresca tiene el destino la industria láctea con dominio de Gloria SA y casi desapareciendo la venta directa.
Mención aparte es la Cuenca del Sur en donde las grandes extensiones de terreno agrícola no son extensas y un gran porcentaje siembran alfalfa para el ganado vacuno sustituyendo los productos de verduras y frutas. Así tenemos que Arequipa produce leche fresca 335 mil toneladas, Moquegua 15 mil y Tacna 23 mil con la característica claramente de una producción enajenada a la industria lechera concentrada en Gloria S.A.
A manera de conclusión, diremos que se necesita incrementar el consumo de leche fresca y ello pasa por ampliar, diversificar la producción de los pequeños y medianos productores a través de establos con tecnologías adecuadas, también el impulso masivo de plantas lecheras em los valles que conserven y traten la calidad y permitan promover la competencia con el gran dominio estructural lácteo vigente.