- Clasificados -

Elecciones internas en el sur

Solo en el sur, para elegir a 6 gobernadores se han presentado un total de 90 candidatos: en Apurímac se han presentado 10 listas, en Arequipa 18 listas, en Cuzco 12 listas, en Puno 15 listas, en Moquegua 17 listas y en Tacna 18 listas, entre partidos y movimientos regionales.

POR: JULIO FAILOC RIVAS   

El 2 de octubre los ciudadanos deberán de elegir a 25 gobernadores regionales, cerca de 200 alcaldes provinciales y alrededor de 1,700 alcaldes distritales. En todos los departamentos primó la presentación de listas únicas para las elecciones internas y una profunda incapacidad para establecer alianzas, lo que se muestra en la elevada atomización de partidos y movimientos regionales con el sueño de tener su gobernador o alcalde, como si se tratara de la Tinka o del premio mayor.

Solo en el sur, para elegir a 6 gobernadores se han presentado un total de 90 candidatos: en Apurímac se han presentado 10 listas, en Arequipa 18 listas, en Cuzco 12 listas, en Puno 15 listas, en Moquegua 17 listas y en Tacna 18 listas, entre partidos y movimientos regionales. Para las elecciones municipales de la capital de los departamentos se ha presentado una cifra ligeramente menor de candidatos.

Esta elevada atomización de las parcelas o franquicias políticas puede ser peligrosa en las próximas elecciones regionales y municipales, porque se da en un contexto de crisis política y de un crecimiento cada vez mayor de desconfianza de los electores hacia los partidos políticos y los movimientos regionales. Elegir una autoridad con un porcentaje mínimo –por el número elevado de partidos políticos y movimientos regionales– es altamente probable y muy riesgoso para la gobernabilidad, sobre todo en el caso de los alcaldes que no necesiten segunda vuelta para ser ungidos como autoridad electa.

Lamentablemente, la política para la población y los electores se ha convertido en una feria de transacciones, en dónde a pesar de que nadie cree en nadie, el voto se rifa entre los candidatos que ofrecen más dádivas. Las elecciones terminan siendo una oportunidad para la población que ofrece su voto a cambio de sacar algo a los candidatos. Al final, no son los candidatos los manipuladores del voto, sino los manipulados, a quienes la población vende su voto, sin saber que lo hace a más de uno de ellos.

Los resultados de las elecciones regionales y municipales del 2018 en el sur son los antecedentes más cercanos a lo catastrófico que pueden ser los próximos comicios. En Arequipa el alcalde provincial salió elegido con apenas más del 11 %, en Tacna fue elegido con el 13 %, en el Cuzco con el 15 %, en Moquegua con un poco más del 17 %; y en todos estos casos los votos nulos y blancos fueron largamente superiores a los obtenidos por los alcaldes elegidos. Solo en el caso de Puno y Abancay, lograron superar el 20 % y estar por encima de los votos nulos y blancos.

En el caso de los candidatos a gobernadores que pasaron a la segunda vuelta, salvo Puno y Moquegua, sucedió algo parecido con los alcaldes electos en Tacna, Apurímac, Cuzco y Arequipa, dónde la suma de los dos primeros candidatos, lograron en el mejor de los casos 31 % y en el peor de los casos fue del 22 %. Es decir, que más de los dos tercios de electores que no votaron por ninguno de los dos candidatos tuvieron que elegir entre uno de ellos.

Nada nos indica que las próximas elecciones regionales y municipales serán diferentes a las del 2018 y, por el contrario, todo apunta a que la dispersión del voto nos pone en el camino peligroso hacia una crisis política e ingobernabilidad descentralizada.

Análisis & Opinión

ANÁLISIS Y OPINIÓN