Descentralización y competitividad portuaria

POR: JESÚS LIENDO BELTRAMÉ

Desde hace un buen tiempo, a través de La Prensa Regional hemos venido tratando de motivar a las actuales autoridades de la región y en especial de la provincia de Ilo, para que se convenzan e interesen en la importancia que tiene el puerto por los beneficios que genera en el desarrollo de la ciudad.

La descentralización es una forma de organización democrática y constituye una política permanente de Estado, de carácter obligatorio, que tiene como objetivo fundamental el desarrollo integral del país. Esto es lo que consagra la Constitución Política del Perú en su artículo 188°. Descentralización que, si bien se viene implementando de manera progresiva, es necesario mostrar avances acordes con el desarrollo regional e incluso con el desarrollo de país en su conjunto.

En el Estado peruano se ha mostrado una carencia en cuanto a política de desarrollo portuario, que se refleja en la reducida competitividad del Perú en materia de infraestructura y servicios portuarios, lo cual repercute negativamente en la posición de nuestro país en el ranking de competitividad logística.

De acuerdo con el ranking de Competitividad Mundial 2019 del International Institute for Management Development (IMD), Perú se sitúa en el puesto 55 de 63 países, confirmando un retroceso constante desde el año 2008 cuando nuestro país se situaba en el puesto 35.

De la misma forma en el Índice de Competitividad Global del World Economic Forum – WEF, en el cual el Perú para el periodo 2018 – 2019, aparece en el puesto 112 de 140 economías del mundo, retrocediendo 14 posiciones respecto del periodo anterior.

Uno de los elementos primordiales de competitividad, se encuentra en la logística. Si no mejoramos la logística de las cadenas de valor, son nulas las posibilidades de poder mejorar la competitividad del país. Dentro de la logística el transporte y conectividad constituye factor determinante entre los índices de competitividad y dentro de ello el transporte marítimo juega un rol predominante.

Si bien se hizo un importante esfuerzo en el año 2003, para mejorar el desarrollo portuario del Perú, con la promulgación de la Ley Nº 27943 – Ley del Sistema Portuario Nacional -, las disposiciones que contiene resultan insuficientes para afrontar los retos que hoy en día impone el mundo globalizado; la suscripción de acuerdos comerciales entre las economías del mundo, exigen cadenas logísticas competitivas para que las exportaciones puedan obtener un beneficio real con tales acuerdos.

En este contexto, las funciones operativas – ejecutivas que ejerce el Estado sobre las operaciones portuarias, influyen directamente en la competitividad de las operaciones portuarias. El marco legal establecido en la Ley Nº 27943 creó la Autoridad Portuaria Nacional como ente normativo, ejecutivo y de planificación de los puertos de alcance nacional y las Autoridades Portuarias Regionales como entes operativos.

Si realmente queremos avanzar en el proceso de descentralización portuaria del país, con miras al Bicentenario de nuestra patria, debe mantenerse para la Autoridad Portuaria Nacional (APN) como Organismo Técnico Especializado (OTE), encargado del sistema portuario nacional, las funciones de planificación, supervisión, funcionamiento, regulación normativa. Asimismo, propondrá la política portuaria de las Autoridades Portuarias Regionales, respetando su autonomía, desde la visión de desarrollo integral del país en materia portuaria.

Los Gobiernos Regionales se encargarán, de conformidad con las normas aplicables a su gestión, de fomentar y promocionar el Desarrollo Portuario en sus respectivos ámbitos territoriales. Ya lo hemos repetido en más de una ocasión, el desarrollo portuario de una ciudad, origina su crecimiento económico y tiene el poder de transformar sociedades, aumentar los ingresos y permitir que los ciudadanos prosperen, reducir la pobreza y garantizar la prosperidad compartida. Es necesario que el crecimiento genere la mayor cantidad de empleos, y que sean de calidad y más inclusivos, ya que son el camino más seguro para salir de la pobreza.

Bajo esas primicias, no me cansaré de insistir que en toda ciudad portuaria como Ilo, el puerto debe ser el centro del proceso de planificación.

Existe una compleja relación entre una ciudad y su puerto, la expansión de la ciudad ha llevado a una separación entre estos dos elementos. La sostenibilidad de una ciudad portuaria reside en su capacidad de generar empleo y competitividad para las generaciones futuras.

Para lograr que el puerto tenga un crecimiento sostenible en el tiempo y sea competitivo, hacen falta soluciones innovadoras que sean bien pensadas y llevadas a cabo por equipos multisectoriales y que entiendan las necesidades del puerto y de la ciudad.

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