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22 noviembre, 2024 8:05 pm

David y Goliat: me reafirmo señor Lagarto fiu fiu, seré una Roca en su zapato

POR: KAREM ROCA LUQUE   

EN LA HISTORIA   

Los filisteos estaban atacando a los israelitas. Todas las mañanas, un filisteo gigante llamado Goliat desafiaba a cualquier israelita a pelear contra él. Goliat era más grande y más alto que todos los demás, y era feroz, llevaba una pesada armadura y una espada, una lanza y un gran escudo. Nadie se atrevía a pelear con él.

David era un joven pastor que tenía fe en Jehová. Sus hermanos mayores eran soldados del ejército de Israel. Un día, David llevó algo de comida a sus hermanos. Cuando llegó al campamento del ejército, oyó el desafío de Goliat.

David preguntó a los soldados por qué nadie defendía a Israel. Sus hermanos se enojaron y le dijeron que fuera a cuidar de las ovejas, pero David sabía que Jehová defendería a Israel.

El rey Saúl se enteró de la fe de David, así que pidió verlo. David dijo a Saúl que no tenía miedo de luchar contra Goliat. David explicó que una vez, cuando estaba cuidando sus ovejas, mató a un león y a un oso. Jehová lo protegió en ese momento y David sabía que Jehová lo protegería ahora. Saúl dio su armadura a David, pero como no le quedaba bien, David se la quitó. Decidió luchar sin armadura.

David recogió cinco piedras lisas y las colocó en una bolsa. Tomó su honda y su bastón de pastor y fue a enfrentarse a Goliat.

Cuando Goliat vio a David, gritó y se burló de él. Dijo: “que un pastorcillo no podría vencerlo”. ¡David le gritó a su vez que confiaba en que Jehová lo protegería! David dijo que vencería a Goliat para mostrar la grandeza de Jehová.

David corrió hacia Goliat, rápidamente lanzó una piedra con su honda, la piedra golpeó a Goliat en la frente y el hombre gigante cayó al suelo. Jehová ayudó a David a derrotar a Goliat sin espada ni armadura. Cuando los filisteos vieron que Goliat había muerto, corrieron atemorizados. Los israelitas ganaron la batalla. David confió en Jehová y Jehová protegió a Israel.

EN LA REALIDAD

Martín Vizcarra, alias Lagarto, alias bebito fiu fiu, siempre vanagloriándose y menospreciando a los demás, el Lagarto ha sido todo lo que dice, pero no se da cuenta que en este momento no es nadie, más bien es uno más de los políticos denunciados por corrupción, pierde la memoria cuando le conviene, responde según sus intereses.

Aquí le damos un “memorex” a su pérdida de memoria Señor Lagarto fiu fiu:

  1. No era amigo de Swing
  2. Nunca se reunió con Camayo
  3. No recuerda haber prometido los 80 hospitales
  4. No recuerda haber prometido los 1,000 nuevos colegios para el país.
  5. No recuerda por quien votó en las elecciones pasadas.

Fernando Del Rincón periodista de CNN le preguntó: ¿Votó por Castillo?

Martín Vizcarra contesta: Si… ehhh. No yoo voté en blanco.

Lagarto, el que llamó a votar por Castillo mediante sus redes sociales un día antes de la segunda vuelta. Ahora resulta que votó en blanco. (Sólo queda sonreír).

  1. No era amigo de José Manuel Hernández, quién en la actualidad es colaborador eficaz y ha entregado todas las pruebas a la fiscalía del acto de corrupción del lagarto.
  2. Nunca se reunió con Becerril y Chlimper para confabular contra PPK
  3. Nunca se vacunó clandestinamente
  4. Nunca se reunió con Keiko en San Isidro
  5. Nunca se “reunió” con Zully en el Hotel Monasterio de Cusco.
  6. Según el Lagarto nunca supo de mis audios antes de que salieran por el canal del Congreso.
  7. Nunca ha sido desleal ni traidor con sus amigos incondicionales, y/o quienes lo llevaron al poder.
  8. Dice que no me conoce ¿y cuando me querelló? ¿lo recuerda? ¿recuerda que le gané la querella por difamación?

En declaraciones a RPP el 20 de setiembre del año 2020 Martín Vizcarra dijo: “La señora Karem Roca a traicionado mi confianza”. “Lo que hay aquí es traición de alguien de mi entorno cercano. Me genera tristeza, además de la decepción, (pero) es una situación de índole personal que ha trascendido a la escena política, aprovechada por personajes oscuros”. Indicó también que mi persona fue el instrumento para querer desestabilizar a un gobierno y un país, con claros objetivos oscuros. Fiel a su estilo solo haciendo una pantomima, miente, miente que algo queda.

Ahora el viernes 8 de setiembre del presente año, declara ante un medio regional en Moquegua, y cuando le preguntan: ¿qué opina sobre su exasistente quien ha escrito en un medio que será una roca en su zapato? El Lagarto contesta: Yo hace 10 años decidí entrar en la política, egresado hace 45 años del colegio Simón Bolívar, hace 40 años egresé de la Universidad Nacional de Ingeniería, soy 40 años ingeniero, de los cuales 40 años he desarrollado mi carrera profesional de manera privada, independiente, y los últimos 10 años, estoy involucrado en la política, he sido gobernador regional de Moquegua, he sido ministro de Transportes, he sido embajador del Perú en Canadá, he sido vicepresidente, he sido presidente del Perú y soy el congresista electo con las más alta votación del Perú. “Sobre la señorita Karen Roca, ¿qué le puedo responder? Para mí, prácticamente, no existe esa persona, así que eso: ni siquiera tomar tiempo para responder esa pregunta. Voy a seguir en política, como candidato o como no candidato, pero voy a seguir involucrado porque quiero al Perú”.

Señor Lagarto fiu, fiu, cómo usted mismo ha expresado ante los medios regionales y nacionales que no le incomoda ese sobrenombre; pero miente, y miente descaradamente, usted sabe que no es así, que eso le incomoda muchísimo, pero primero están sus intereses políticos, no le importa absolutamente nada. Cualquier tema lo utilizará a su favor, ya sea para victimizarse, o sea para repetir que es un lagarto integro, así también cómo cuando la masa coreaba su canción del bebito fiu fiu… le importó un pepino y dos tomates, los calificativos feministas y machistas.

No se olvide señor Lagarto que hay testigos protegidos, colaboradores eficaces, personas que se han cansado de salvarle la última escama que le queda, no juegue con fuego señor Lagarto.

Un periodista Moqueguano preguntó, ¿porque no denuncié antes?, le contesto: No lo hice porque tenía un compromiso de reserva de Estado, pero cuando me di cuenta que eran temas de corrupción, en los cuales quería involucrarme, y con ese acto demostrarle mi lealtad, como todo un buen cínico y sinvergüenza, culpar a otros de sus actos. Decidí protegerme, y sin una prueba ante fiscalía nadie iba creerme, así que diga lo que diga a estas alturas señor Lagarto, le respondo: “tenga cuidado, que no hay contrincante pequeño y esta Roca puede llegar a ser realmente enorme”.

Nos vemos la próxima semana amigos lectores, la verdad se va abriendo camino.

Análisis & Opinión