Crónica de una vacancia anunciada

POR: JULIO FAILOC RIVAS   

Más allá de que el Congreso le otorgue la confianza al Gabinete Torres el 8 de marzo, las intentonas de vacancia continuarán. Y es que la cuestión de confianza con la vacancia camina por carriles diferentes. Esta vez viene con fuerza, no de manera inmediata, pero que viene, viene.  Todo es cuestión de tiempo y que la galifarda –aspirante a colaboradora eficaz– empiece a mostrar lo que tiene.

El asunto de la vacancia –que se había convertido en un asunto devaluado, por la derecha más torpe que achorada– regresaría esta vez con mayor contundencia, aparentemente con pruebas al canto, con aspirantes a colaboradores eficaces que se irían sumando y con congresistas más seguros de que si vacan a Castillo, Dina Baluarte asumiría la presidencia por un asunto ético. De otra manera, como lo hemos venido reiterado, en esta columna, la vacancia no sería posible.

La bomba soltada por la lobista Karelim López remeció a la clase política. Al conocer los detalles de la colaboración eficaz, ya parecía bomba de racimo, barrió con su competencia, los hermanos Aguilar Quispe, de la constructora INIP. Notables ciudadanos, uno iletrado y el otro con secundaria completa, afortunados ganadores de licitaciones por 530 millones en el corto periodo de Castillo. La fiscal de la Nación, convertida en piñata de la derecha, recibió su parte en esta delación. El procurador público Javier Pacheco Palacios probó un poco de su propia medicina. El fiscal anticorrupción Omar Tello mencionado y manchado salió presuroso a desmentir y por supuesto algunos congresistas, los niños del grupo 5, le dieron sabor a esta cantata sin fuga.

Mientras algunos representantes de la derecha más rancia y aristocrática se frotan las manos, la gran mayoría espera la función del circo romano con su número estelar, la crucifixión de Pedro Castillo.

Se presentaron varios pedidos de vacancia, uno hasta por traición a la patria. Las sucesoras de la Vilcatoma, Norma Yarrow y Patricia Chirinos, con dedicación, perseverancia y mucho esfuerzo lograron lo que parecía tarea imposible, devaluar la palabra vacancia a niveles de incredulidad.

El presidente reaccionó con la defensa más fácil, “los mismos que conspiraron contra los anteriores mandatarios quieren hacerlo ahora contra el gobierno del pueblo”. Mandó a sus mejores alfiles a la televisión para ensayar la defensa. Los ministros del “team dream” esbozaron su argumento, las colaboraciones eficaces son reservadas y punto.

La lobista denunció amenazas, en Chota por menos salen a relucir los machetes, así que los hijos de la dama, ahora centro de todas las atenciones, ya salieron fuera del país. Ella cuenta con protección, recordemos sus oscuros nexos de origen policiaco.

Como en el futbol entró a tallar la computadora, ¿matemáticamente cuantos días se requieren para un proceso de vacancia como manda la ley? ¿Qué, hay prisa? Sin duda, el Perú cada día estira los indicadores de solidez hasta que terminarán por romperse y las consecuencias templarán las cuerdas de la economía con la temida inestabilidad, de allí a los fuertes vientos inflacionarios hay solo un menudo paso.

Fuentes dignas de crédito aseguran que Karelim López ajustaba clavijas desde julio del año pasado en la comisión de transferencia del MTC, los que participaron en ese grupo dan fe de estas andanzas. Mucho tiempo caminando con el enemigo no permite borrar los pasos tan fácilmente. A juzgar por sus antecedentes y experiencia en conspiraciones, Karelim debe tener audios grabados, esas sí son armas mortales, ¿cuándo las sacará a la luz?  Si esto es así el asunto de la vacancia es cuestión de tiempo.

De contar con las pruebas contundentes, la caída del presidente chotano es inevitable. Ante estos hechos, corrupción sin perdón, doña Dina Boluarte sí asumiría la responsabilidad que le confió el pueblo en las urnas. Su apoyo solidario y consecuente tiene como base las arremetidas políticas de la derecha. Con la corrupción no hay trato.

Es la salida constitucional y quién sabe la mejor para Pedro Castillo, bajo la administración de un gobierno transitorio del Congreso su pedido de prisión con sombrero y todo sería el capítulo final. ¿Vacancia en ciernes?

Como en la fábula del pastorcito y las falsas alertas del lobo, finalmente, cuando llegó de verdad, nadie acudió a su llamado. ¿Será lo mismo la vacancia de Pedro Castillo?

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