Una semblanza tras la partida de doña Irma Montoya de Carpio

"Tuve el gran honor de ser enfermera jefa en el hospital de Mollendo. Trabajé con el doctor Manuel de Torres Muñoz, un hombre probo en todo sentido, muy profesional…” nos contaba una mañana de julio, hace casi cinco años en el 50 aniversario del nosocomio.

POR: JURY BAYLÓN DELGADO   

Una distinguida dama mollendina ha partido el sábado 30 de abril, dejando una imperecedera huella de acción social y educativa, vinculada al tema de salud, al ser la primera jefa de enfermeras del hospital Manuel de Torres Muñoz de EsSalud, Mollendo.

Irma Montoya de Carpio, nos dejó en Arequipa, pero su legado de trabajo resalta a lo largo de su trayectoria entre 1968 y 1994 en el nosocomio local, luego continuó laborando como enfermera docente hasta 1997, cumpliendo 29 años trabajando en el hospital y en el instituto Jorge Basadre de Mollendo.

Recuerdo la inmejorable oportunidad en que la conocí, hace casi 5 años en el aniversario de Bodas de Oro del hospital mollendino, conversé con doña Irma, en la plaza Bolognesi. Sencilla y fina a la vez, con su sonrisa encantadora; allí, en medio de las lloviznas propias de la estación, me confesó la grata y nutrida experiencia de haber laborado junto al doctor Manuel de Torres Muñoz.

«Tuve el gran honor de ser enfermera jefa en el hospital de Mollendo. Trabajé con el doctor Manuel de Torres Muñoz, un hombre probo en todo sentido, muy profesional. He tenido la colaboración de buenas enfermeras a quienes rindo un homenaje póstumo; a la señora Dolores Coronado de Concha, enfermera supervisora; y a la señora Elena Salas de Siu, fueron mis primeras colaboradoras en supervisión de las actividades de enfermería que realizábamos en el hospital. Para ellas, mi gran recuerdo» me contó aquella fría mañana de julio.

Doña Irma Montoya de Carpio estudió en la Gran Unidad Escolar Deán Valdivia, luego en la Escuela de Salud Pública “Arzobispo Loayza” y la Universidad Católica de Santa María.

Comparto este breve relato con un abrazo de fortaleza a nuestro columnista y colaborador periodístico Noé Carpio Toranzo esposo de doña Irma, y a sus hijos, Carlos y Hernando Carpio Montoya, grandes personas y amigos.

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