POR: JULIO CESAR LUJAN MINAYA
De la situación financiera de la Universidad San Martín de Porres entre 2019 y 2022, se pueden destacar las siguientes conclusiones:
Estabilidad en activo total: a lo largo de los años, el total de activos de la universidad se ha mantenido relativamente estable, con ligeras fluctuaciones. Aunque hubo un leve aumento en 2020, el activo total mostró una ligera disminución en 2021 y 2022.
Disminución significativa en pasivos: los pasivos totales de la universidad han experimentado una reducción constante y significativa desde 2019 hasta 2022. Este es un indicador positivo, ya que sugiere que la universidad ha estado reduciendo sus deudas o compromisos financieros durante este período.
Crecimiento en patrimonio neto: el patrimonio neto, que es la diferencia entre activos y pasivos, ha mostrado un crecimiento sostenido a lo largo de los años. Esta tendencia positiva indica una posición financiera sólida y fortalecida para la universidad.
Fluctuación en ingresos totales: si bien los ingresos totales cayeron en 2020 en comparación con 2019, hubo una recuperación en 2021 y un ligero aumento en 2022. Esto sugiere que, a pesar de los desafíos que pudo haber enfrentado en 2020, la universidad logró recuperarse en términos de generación de ingresos en los años siguientes.
Pico de utilidad en 2021: la utilidad neta del ejercicio mostró un aumento notable en 2021, siendo mucho más alta que en los otros años. Sin embargo, en 2022, la utilidad volvió a niveles similares a los de 2019 y 2020. Esto indica que, aunque 2021 fue un año excepcionalmente rentable, la universidad no pudo mantener ese nivel de utilidad en 2022.
En resumen, la Universidad San Martín de Porres ha mostrado una posición financiera sólida entre 2019 y 2022, con una notable reducción en pasivos y un crecimiento sostenido en patrimonio neto. Aunque hubo fluctuaciones en los ingresos y utilidades, la tendencia general indica una gestión financiera efectiva durante este período.
