- Clasificados -

¿La hora final?

POR: JULIO FAILOC RIVAS   

La salida de Castillo de Perú Libre por exigencia de esta organización, podría ser el fin y el alejamiento de Vladimir Cerrón del Gobierno, pero también significa pérdida del apoyo que le ha permitido evitar la vacancia o la destitución al presidente. La mayoría de analistas políticos apuestan por una inminente salida de Castillo del Palacio de Gobierno.

La negación a recibir a la comisión de fiscalización del Congreso que investiga al presidente, ha sido el detonante para que se apruebe por consenso la acusación constitucional y su posterior destitución. Para muchos la censura del Ministro de Interior, Dimitri Senmache, con 78 votos de los cuales 11 fueron de Perú Libre, abre un escenario que pone en riesgo la estabilidad del presidente, sin embargo, la destitución o vacancia de Castillo no es tan fácil como parece.

En primer lugar, como ya lo han advertido varios constitucionalistas, según el artículo 171 de la carta magna no procede la acusación constitucional contra del presidente, pero aun cuando el Congreso se zurre en la constitución, se necesitan 66 de los 100 votos, debido a que los miembros de la Comisión de Fiscalización que acusó a Pedro Castillo, según el reglamento, no pueden votar.

En segundo lugar, la destitución del presidente Castillo dependerá de lo que suceda con Dina Boluarte. Si procede la acusación constitucional contra la vicepresidenta, será más difícil que destituyan al presidente Pedro Castillo, porque se tendría que convocar a elecciones generales, escenario que la mayoría de congresistas no quiere, porque se irían a sus casas endeudados y sin posibilidades de reelección, como lo hemos venido advirtiendo desde hace mucho tiempo en Apuntes a Lápiz.

En tercer lugar, la elección de la nueva junta directiva del Congreso de la República sería el escenario de la negociación de la permanencia o no del presidente de la Republica. Para nadie es un secreto que Perú Libre entregó la cabeza del Ministro de Interior Dimitri Senmache, y que además blindó a los supuestos responsables del asesinato de Inti y Bryam, por lo que no debería sorprender que Vladimir Cerrón entregue la cabeza de Castillo a la oposición fujimorista. Cerrón y Perú Libre han demostrado que pueden pactar hasta con el diablo con tal de lograr prebendas para su partido.

Empero –contra lo que opina la mayoría– Castillo y Boluarte son duros de sacar.

El mejor escenario para Castillo es que se quede sin reemplazo y haga retroceder a la mayoría de congresistas, lo cual prolongaría su estadía en palacio de gobierno hasta que aparezca un audio que lo comprometa directamente en actos de corrupción o que Boluarte llegue a un acuerdo con Cerrón y la oposición en sus tres versiones del fujimorismo.

Y contra lo señalado, el peor escenario para el presidente sería que las negociaciones y los resultados de la elección de la nueva mesa directiva favorezcan a la lista promovida por Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular, pues si ello sucede, dejaría de ser duro sacarlo y las horas de Pedro Castillo en la presidencia estarían contadas.

¿Se acerca la hora final? ¿La tercera será la vencida?

Análisis & Opinión

ANÁLISIS Y OPINIÓN