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Josué el defensor

POR: FERNANDO VALDIVIA CORREA     

El último viernes salió publicada en el Diario Oficial la Resolución Legislativa que designa al señor Josué Manuel Gutiérrez Cóndor como Defensor del Pueblo. Obtuvo 88 votos (1 más de lo requerido), incluyendo los de Fuerza popular y Perú Libre. Días atrás venía siendo cuestionado, sobre todo por la caviarada, por dos motivos principales: El no cumplimiento del perfil adecuado para el cargo, y haber sido abogado de Vladimir Cerrón. De lo primero, no queda duda que sí cumplió con las exigencias de la postulación (caso contrario hubiera sido tachado oportunamente); y de lo otro, el solo hecho de patrocinar a un controvertido personaje como Cerrón Rojas no lo desmerece, y menos lo deslegitima. Simplemente actuó en el ejercicio profesional como letrado, que por cierto se encuentra amparado en la Constitución Política.

En realidad, las críticas van más allá. Y lo ha dicho de manera enfática Walter Albán, extitular de dicha entidad “Nos han arrebatado la Defensoría del Pueblo hoy día y habrá que recuperarla, como habrá que recuperar el Tribunal Constitucional, la Sunedu, habrá que seguir recuperando pronto el Jurado Nacional de Elecciones, la ONPE, la Reniec, la Junta Nacional de Justicia y todo el avasallamiento que se está produciendo de las instituciones”. Sucede que la caviarada durante décadas literalmente “tomó por asalto” el Estado.

Yendo un tanto atrás, impusieron a Alejandro Toledo en la Presidencia de la República a pesar que desde la campaña electoral se sabía de su mitomanía, gran afición por el alcohol, y que se negaba a reconocer a su hija. Lo hicieron también con Pedro Castillo, ofertándolo como el maestro rural, sindicalista, campesino, etc., cuando de antemano conocían que no dictó clase hacía más de 20 años, que sus manitas estaban más cuidadas que las de una reina de belleza, por lo que jamás en su vida cogió siquiera una pala, que sus limitaciones eran bastantes como para tentar siquiera de Presidente de Junta Vecinal, etc.

Lo hicieron porque quisieron y eso les significaba tener gollerías en dichas entidades; ergo, órdenes de servicio por consultorías. En resumen, parasitaban del Estado peruano. Pero, en los últimos dos años (coincidentemente durante el desgobierno del golpista Castillo Terrones, toda vez que con Vizcarra y Sagasti la pasaron de maravilla) han perdido poder, y de a pocos los están relegando. Ocurrió hace 1 año cuando juramentaron 6 nuevos Magistrados del Tribunal Constitucional, reemplazando a otros tanto con mandato vencido desde hacía 3 años. Similar situación se vivió en el Ministerio Público con la elección de la Doctora Patricia Benavides, reemplazando a doña Zoraida Ávalos, sublime al poder de turno.

En el Parlamento tampoco les va mejor. Entre izquierdistas (dispersos en varias facciones) y Fuerza Popular, no tienen cabida. Y, en el caso que nos ocupa, siguió igual suerte. Ante la renuncia de Walter Gutiérrez Camacho, por vencimiento de plazo, asumió la interina, Eliana Revollar, desde hace 1 año precariamente en el puesto, y cuya actuación fue, por decirlo generosamente, polémica, defendiendo y hasta justificando a los violentistas manifestantes en la quema de locales públicos y privados, bloqueo de carreteras, vejación a la autoridad policial, etc. En suma, amparó a los revoltosos, mellando no solo la autoridad del gobierno de la señora Dina Boluarte, sino además poniendo en zozobra la tranquilidad de todos los peruanos. Entonces, el Parlamento publicó las bases para la elección del ombudsman, siendo detenida por una medida cautelar amparada por un juez a solicitud del Sindicato de Trabajadores de la mencionada institución. Hasta que una sentencia del Tribunal Constitucional aclaró las competencias existentes en los organismos constitucionalmente autónomos, y ahí recién pudo continuarse con la elección del sucesor de Revollar Añaños.

En su defensa, el exparlamentario Gutiérrez Cóndor ha declarado “el tiempo demostrará mis calidades”. Probablemente así sea, aunque eso no interesa para la caviarada, pues no salió “su candidato”. Igual tampoco nos importa, toda vez que ha primado la democracia y quien nos defenderá del abuso del poder en los próximos 5 años será Josué Gutiérrez. Nos guste o no, es otra historia.

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