POR: ING. ANTONIO GAMERO MÁRQUEZ
El alentador mensaje presidencial del 28 de julio pasado, tuvo el anuncio que la petroquímica se hará en el sur, pero no menciono al polo petroquímico del sur ni tampoco sobre el reinicio y fecha de la culminación del ex gasoducto del sur (850 MMPCD de capacidad – Millones de Pies Cúbicos por Día) que se encuentra al 35% de avance y con cerca del 95% de equipos y materiales ya comprados y por cuya guardianía ya llevamos pagando 250 millones de dólares a una empresa colombiana contratada sin concurso alguno el 2017.
Desde el último año el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) viene mencionando el tema de la petroquímica del metano para producir la urea que falta para nuestros campos y también la concesionaria de gas natural Contugas, ha venido reiterando su interés de instalar esa planta en Marcona a donde ya llego su ducto de gas; además hay interés de otros inversionistas.
Ante las expectativas del sur y para “calmarnos” también Contugas ofrece construir un ducto desde Marcona hasta Ilo pasando por Mollendo, pero de menor capacidad (250 MMPCD) con lo que solo se abastecería de gas natural a las dos dos centrales térmicas (Mollendo e Ilo), la petroquímica de la urea y para los consumos de gas de domicilios, comercios e industrias.
Últimamente ya se menciona que la petroquímica de la urea se instalará donde quiera el inversionista, es decir apoyarán su instalación en Ica, sin tomar en consideración que con esa acción dejan sin viabilidad al polo petroquímico del sur, que considera el desarrollo integrado de las petroquímicas del metano y etano, es decir de la urea, explosivos y de los plásticos; que demandará significativa inversión en infraestructura vial, portuaria, servicios de energía eléctrica, agua, vapor, tratamiento de efluentes y otros servicios cuya elevada inversión solo así podrá ser compartida y absorbida por este clúster petroquímico manteniendo competitividad internacional.
Este es el único proyecto que tiene la macro sur para industrializarse, con generación masiva de miles de empleos dignos directos e indirectos, pymes petroquímicas transformadoras exitosas y también generadoras de divisas.
La ubicación del polo petroquímico del sur está proyectada en Ilo y Matarani aprovechando el par portuario y las sinergias que generan. Por encima del interés puramente rentista del capital que busca instalar en Ica la petroquímica, está el derecho de los pueblos del sur de integrarse a la economía moderna de la cual han sido excluidos y que es causa de su permanente protesta.
El estado peruano no puede ni debe abdicar de su obligación de procurar el desarrollo sostenible dejando que el capital prime sobre la gente del sur.