El golpe de los 250 millones

Por: Oscar Vásquez Zegarra

Viernes 13 de noviembre, la audiencia convocada por la jueza María de los Ángeles Álvarez Camacho, titular del Primer Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria discurría sin mayores contratiempos, la fiscalía a cargo de German Juárez Atoche había solicitado el impedimento de salida del País de Martín Vizcarra.

250 millones de razones, repetía con mucha convicción el abogado del expresidente, Fernando Ugaz, se refería a los 250 millones de soles que debería pagar la empresa Obrainsa como reparación civil en las investigaciones del llamado “Club de la Construcción” donde ya se han declarado culpables, -el club de los sinvergüenzas coimeros denunciados y bloqueados por el ahora investigado Martín Vizcarra- 250 millones que podían disminuir notablemente o desaparecer, luego de esta colaboración ha pedido expreso, tal como lo relata el colega Cesar Romero en La República.

El fiscal Juárez Atoche, impasible, frio y sin que se le mueva una ceja, repitió los mismos argumentos entregados a la prensa con premura y diligencia, incluso antes que abriera carpeta fiscal sobre el caso. Se trataba de la sorpresiva historia del representante de Obrainsa Elard Tejeda, quien accedió a las peticiones fiscales y luego de dos años recuperó la memoria. Recordemos que desde el 2018 se convirtió en aspirante a colaborador eficaz, entregando información de alcaldes y gobernadores, poca cosa para el fiscal, queremos información del Presidente les dijo sin medias tintas.

250 millones de razones repetía el abogado del expresidente vacado con más del 70% de aprobación, un hecho sin duda histórico según los analistas políticos. En los días previos su defensa se allanó al pedido del Ministerio público, entregando los dos pasaportes que poseía el expresidente, tanto el diplomático como el biométrico, para demostrar que no pensaba moverse del país.

Pero la jueza R con R decidió continuar con la audiencia, la defensa decía no hay problema acepto, pero igual. El objetivo era que el señor fiscal pudiera dar lectura a todos sus argumentos que ya eran conocidos, indicando los colaboradores eficaces que se habían prestado al armado de esta acusación.

Esta audiencia le vino como anillo al dedo a Luis Valdez, el heredero de la presidencia del Congreso, quien muy suelto de huesos justificó la vacancia indicando que la jueza había corroborado las acusaciones fiscales. Y tiene el título de abogado……… de la Vallejo.

Tan sólo unas horas antes se había realizado la primera marcha nacional autoconvocada por la población para rechazar lo que todos consideraban un golpe de Estado del Congreso, para poner al congresista Merino de Lama en palacio de gobierno.

Al siguiente día estaba programada la segunda gran marcha nacional, la que terminó en una tragedia que quedará marcada en la historia de nuestro país.

Volviendo a los 250 millones, una investigación minuciosa y detallada del periodista César Romero había narrado los entretelones de esta declaración premiada, abogados incluso de la propia empresa habían dado a conocer algunos detalles que pintaron toda la historia de cómo Elard Tejeda, defendiendo sus 250 millones pero por encima de todo su libertad, porque hasta esos momentos estaba viviendo a salto de mata y en la clandestinidad, tuvo que refugiarse en una clínica para solicitar el prometido cambio de prófugo de la justicia al cómodo arresto domiciliario.

Según el periodista, el fiscal lo que pidió era información sobre el presidente, lo demás era verdura. Y Tejeda sabía que, por los acuerdos de colaboración, a Odebrecht le devolvieron 524 millones de dólares. Que a su empresa la liberen de la reparación civil es perfectamente factible.

Esa información detallada, con colaboradores eficaces adicionales que resultaron ser los propios trabajadores de Tejeda, los que hasta la fecha siguen cobrando puntualmente en Obrainsa, suponemos sus sueldos de siempre, porque nadie verificará eso, lo importante era ponerles el membrete de colaboradores eficaces, aunque ninguno vio entrega de dinero al expresidente.

Esta acusación caída del cielo justo en octubre, después del primer intento de vacancia, se había convertido en el detonante, en la excusa perfecta, en el percutor que disparó la bala de plata que le llegó al congreso como regalo adelantado de navidad, para lograr lo que habían intentado y fallado anteriormente y que ahora se convertía en una realidad, la vacancia y el poder.

Ese poder que se repartieron algunos partidos políticos de acuerdo a sus propios intereses.

Al día siguiente, sábado 14, una protesta en la que todo el Perú como un gigantesco estadio vibró de bronca y rechazo por un golpe de Estado tramposo y plagado de triquiñuelas con repartijas en nombre de la democracia, hizo correr despavoridos a los autores y cómplices de este mamotreto.

El propio Presidente de facto Merino de Lama en palacio de gobierno, convocó a los hombres de inteligencia, los que, de acuerdo al registro inevitable e ineludible de la Casa Militar, se reunieron con él desde las ocho y media de la noche hasta pasadas las 10.

De acuerdo a la revista “Caretas” las presiones de Merino de Lama para que inteligencia emita un informe incriminando a los líderes políticos y autoridades, alcaldes y gobernadores sumados a la protesta, no encontró eco en los tres hombres de la DINI, a su lado el general Cesar Astudillo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas con gesto adusto demostraba la seriedad con que se analizaba la situación.

El verdadero motivo de esta insinuación era ordenar la detención de quienes consideraba los instigadores de la protesta, ya su Ministra de Justicia se había adelantado con hipótesis orientadas en ese objetivo. El rotundo no, dejó sin piso al presidente transitorio, todos temían un desenlace fatal. Ellos se retiraron alrededor de las 10 de la noche al conocerse la muerte del primer joven en este fatídico sábado 14.

Merino que ya había entrado en pánico, salió raudo y veloz por la vía de Evitamiento hasta la Javier Prado llegando hasta la sede del ministerio del Interior, donde lo esperaban los ministros, algunos ya habían renunciado, pero igual estaban con él.

Esta es la historia oculta de esos minutos históricos donde un presidente desesperado trataba de aferrarse al sillón presidencial.

Y los 250 millones de razones que había expuesto el abogado se están convirtiendo ahora en un cruento relato de cómo se armó un golpe por 250 millones y de yapa una libertad.

Un cambio de perseguido a prisión domiciliaria para quien armó el tinglado, con autorización de la jueza Álvarez Camacho, la misma que accedió al impedimento de salida del País para Vizcarra, la misma que resolvió y convalidó la entrega de los 524 millones de dólares a Odebrecht.

Y una historia que finalmente poco a poco se nos está revelando, será por eso que los congresistas de la Comisión de Fiscalización, desesperados por la postulación de Vizcarra al Congreso, se lucieron en ofensas al expresidente en la sesión donde fue invitado y ante tal despropósito optó por su derecho al silencio, ya que los mismos hechos están en pleno proceso de investigación en el Ministerio Público.

Una comisión dirigida por Edgard Alarcón a su gusto y capricho, cuando le tocaba hablar a Vizcarra era solemnemente reservada, cuando los congresistas querían despacharse a su gusto entonces era pública. Que tal Alarcón.

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