POR: ENRIQUE RIVERA SALAS
El 2 de mayo de 1866, los peruanos escribieron con valor y honor una de las más sublimes páginas de la historia, al rechazar el ataque de una poderosa escuadra española que había llegado a nuestro litoral costeño con la ambición de recuperar antiguas colonias e instrucciones secretas de apoyar los reclamos de los ciudadanos españoles contra el Gobierno Peruano, con el pretexto de una “Expedición Científica” cuyo objetivo era realizar estudios en nuestro país. Los españoles y su poderosa escuadra llegaron al Callao el 27 de abril, declarando bloqueado el puerto.
La integraban los blindados “Numancia”, “La Alianza”, “La Blanca” y “Berenguella”, la cañonera “Vencedora” y la fragata “Villa La Madrid”, siendo un total de 300 cañones por parte de los españoles contra 50 cañones peruanos de bajo calibre. Al mediodía se inicia el bombardeo al Callao por parte de la “Numancia”, cuyo fuego fue respondido por los peruanos atrincherados en el puerto.
Ante los disparos de los cañones de las baterías peruanas, los barcos españoles recibieron grandes destrozos en sus instalaciones, hiriendo a marinos y comandantes, la acción heroica de los peruanos fue valerosa y constante.
A las 5.00 p.m. el fuego había decaído y los barcos españoles hacían señales de retirada, permaneciendo varios días refugiados cerca de la isla San Lorenzo, abandonando definitivamente nuestras costas el 9 de mayo de 1866.
Esta victoria consolidó la emancipación del Perú y de toda América, poniendo fin a la tiranía neocolonialista ambiciosa de los españoles.
José Gálvez, ministro de Guerra de aquel entonces, dirigía la defensa desde el torreón de la Merced, hasta que las bombas de la “Blanca” y la “Numancia” en conjunto, estallaron matando a 27 valientes, incluyendo a nuestro héroe.
En este día memorable del Combate del 2 de Mayo, debemos resaltar y honrar a todos nuestros héroes por su valentía y heroísmo, a nuestros mártires que lucharon por la libertad de nuestro suelo patrio.
Finalmente, señalar que el 2 de mayo es pues una fecha de singular transcendencia en nuestra historia, porque representa la consolidación de la independencia del Perú y América.