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¿Desconfianza mata rufián?

¿Que hace que un presidente acusado de recibir una coima cuando fue gobernador de Moquegua, en lugar de incrementar la desaprobación de su gestión, por el contrario, aumente su popularidad? Algo anda mal. Alguien no está haciendo bien su trabajo…. la oposición está haciendo mal las cosas buenas y bien las cosas malas.

POR: JULIO FAILOC RIVAS   

No vamos a discutir si el presidente Martín Vizcarra es culpable o no de recibir dinero a cambio de obras porque de eso se encargará la justicia. Tampoco pondremos en cuestión la veracidad de las encuestas recientemente publicadas por IEP e Ipsos Perú, en la que se muestran resultados distintos, a menos de dos días de aplicadas una de la otra, sobre todo porque ambas encuestas las hizo ésta última. El propósito de este artículo no es otro más que interpretar los resultados en la que el presidente Vizcarra sale bien parado a pesar de los escándalos de corrupción y la aparición de más evidencias que lo comprometen.

¿Que hace que un presidente acusado de recibir una coima de un millón de soles, cuando fue gobernador de Moquegua, en lugar de incrementar la desaprobación de su gestión, por el contrario, aumente su popularidad en cuatro puntos más de lo que obtuvo hace dos meses?

Algo anda mal. Alguien no está haciendo bien su trabajo. O como lo dije en mi columna pasada, la oposición está haciendo mal las cosas buenas y bien las cosas malas.

En la primera intentona de vacancia eligieron mal el mensajero, tocaron la puerta equivocada, además que el contexto de la pandemia no ayudó. Pero ahora, en este segundo intento, con más evidencias, ¿Qué falló?

Yo creo en un par de cosas.

La primera tiene que ver con el cargamontón de la prensa en contra Vizcarra, sonó a orquestado y luego, se puso al descubierto, que las fotos habían sido trucadas. La gente tiene la tendencia a victimizar cuando percibe un callejón oscuro contra alguien.

Lo segundo está relacionado con los mensajeros. Se auto mal eligieron, salieron de sus sarcófagos “los disueltos”, lo peor de la clase política, los impresentables a dar una salida y una cátedra de moral al país. Si los disueltos realmente quieren hacerle daño al presidente lo mejor que pueden hacer es salir a defender a Vizcarra, darle el abrazo del oso. Hacer lo contrario termina favoreciéndolo.

La imagen de Vizcarra no ha sido dañada, sino por el contrario, ha salido fortalecido, gracias al cargamontón de la prensa y a la oposición impresentable. En el centro y el sur el presidente ha subido su aprobación en diez puntos, y en el mismo porcentaje ha subido en los sectores D y E económicamente menos favorecidos.

Lo curioso de todo esto es que, si Vizcarra recibió o no una coima de Obrainsa, lo cierto es que el 40% de la población percibe que no ha sido así. En consecuencia, no es extraña la percepción de cerca del 50% de los encuestados que considera que la imagen del presidente no ha sido dañada con las acusaciones de corrupción.

Si a ello le sumamos que el 95% de los limeños señala que el presidente debe ser investigado por la fiscalía y terminar su mandato, difícilmente esta iniciativa pueda prosperar en el congreso.

El asunto de la vacancia presidencial cada día está más lejos. Dudo que haya una intentona de vacancia en lo que queda del gobierno de Vizcarra, salvo aparezca un video del presidente recibiendo dinero como en las épocas oscuras del fujimontesinismo. Al final de la partida, la desconfianza mata rufián.

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