- Clasificados -

COVID-19 en Tacna y Moquegua

 Escribe: Julio Failoc Rivas.

Al momento de escribir la presente nota el número de infectado por el COVID-19 alcanzó los 145 casos a nivel nacional, de los cuales 19 requieren hospitalización y 5 cuidados intensivos. Es posible que este número se incremente, si no se toman medidas y acciones complementarias a la cuarentena. No es suficiente la cuarentena, creo que debemos hacer un poco más.

En el caso de Tacna y Moquegua, aún no se detectado ni confirmado ningún caso de infección, aun cuanto se especula que en la provincia de Candarave, en la sierra de Tacna, habría un muerto por haber contraído el Coronavirus del país vecino de Chile.

En Tacna, según el reporte oficial de la Dirección Regional de Salud, se han desarrollado 32 muestras, de las cuales 24 resultaron negativas y se está en espera 8 muestras, que esperamos resulten negativas.

No obstante, a lo señalado, hace un par de días se confirmó el primer caso de COVID-19 en la región de Arica-Parinacota, frontera con Tacna, la misma que resulta preocupante porque aún no se sabe si este paciente estuvo en Tacna antes del cierre de frontera. Realizar un seguimiento a este paciente chileno para descartar un posible contagio en el caso que haya pisado territorio peruano.

Creo, sinceramente, que para combatir de manera efectiva al COVID-19 se requiere medidas complementarias a la cuarentena para neutralizar su crecimiento, sobre todo porque una parte importante de la población no está acatando las medidas dictadas por el gobierno.

En consecuencia, enfrentar este virus que ha demostrado que puede crecer en proporción geométrica, ya no es más solo un asunto del gobierno, sino también, de las familias. Sin la intervención de éstas, ninguna estrategia, por más buena que esta sea, va a tener resultados efectivos.

ESTILO DE VIDA

Como lo señalábamos no es suficiente la cuarentena, sino que ésta debe ir acompañada de una estrategia de promoción de estilos de vida saludable en las familias, que no son otra cosa que la promoción del lavado de manos, la incidencia en el mejoramiento de los hábitos alimentarios y el cuidado de su entorno inmediato, esto con la finalidad de proteger la salud de sus miembros y de la familia en su conjunto.

Esta estrategia tiene que ser aterrizada por los gobiernos locales, en coordinación con los centros y puestos de salud que están más cerca de las familias, de manera que se puedan generar las capacidades que les permita mejorar el autocuidado de la salud, desarrollar los estilos de vida saludable y un mayor nivel de empoderamiento, tanto a nivel familiar, como de la comunidad a la cual pertenecen.

Proveer de condiciones materiales y logísticas, a las familias de escasos recursos económicos, es una condición necesaria para que la estrategia de familias saludables funcione. Ojo que no solo se trata de agua y jabón, sino también de alimentación, pero que llegue rápido y de manera oportuna, en especial a los lugares donde la presencia del estado es casi nula.

Artículo anterior
Artículo siguiente

Análisis & Opinión

ANÁLISIS Y OPINIÓN