Luego de dos días de debate, el Congreso de la República aprobó la tarde de ayer, aceptar el pedido de confianza solicitado por el Gobierno a seis proyectos de reforma política planteada el pasado martes por el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar. El pedido obtuvo 77 votos a favor, 44 en contra y 3 abstenciones.
Poco antes de las 13:00 horas, el presidente del Congreso, Daniel Salaverry, sometió a votación el pedido de confianza al concluir las intervenciones de los oradores inscritos por las bancadas.
Se observó que dentro de algunas bancadas no hubo un voto orgánico, pues legisladores de un solo grupo político votaron a favor y otros en contra. Esa situación pudo notarse, por ejemplo, en Fuerza Popular, cuyos principales líderes habían objetado la solicitud del Poder Ejecutivo.
Las bancadas de izquierda, Nuevo Perú y Frente Amplio, cumplieron su promesa de votar en contra del pedido del Ejecutivo, junto al Apra, grupo que finalmente se decantó por rechazar la confianza.
La cuestión de confianza fue planteada por el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, a nombre del Gobierno, al considerar que el Congreso no estaba avanzando con la suficiente rapidez y voluntad en la reforma propuesta por el Ejecutivo con miras a mejorar el sistema político y combatir la corrupción.
Del Solar se presentó el martes ante el Parlamento justamente para exponer la confianza sobre proyectos considerados el «nucleo duro» de dicha reforma y que el Ejecutivo considera vitales a fin de conseguir los objetivos planteados.
El jefe del Gabinete sustentó la solicitud y subrayó que Palacio de Gobierno considera perfectamente factible y razonable la aprobación de los proyectos de ley en la presente legislatura.
Anteriormente, en su último mensaje a la Nación, el presidente Martín Vizcarra calificó de urgente que los proyectos de ley sean aprobados cuando antes y especialmente respetando su esencia.
Lo contrario, indicó, obligaría a considerar negada la confianza.
El plazo en que dichos proyectos deberían aprobarse fue uno de los temas de más fricción entre el Ejecutivo y el Congreso, pues la legislatura concluye en cerca de quince días y la oposición parlamentaria juzgaba inaceptable señalar al primer poder del Estado un periodo de tiempo determinado para hacer su trabajo legislativo.
Igualmente, un sector del Parlamento consideró inaceptable exigir al Congreso no modificar los proyectos de ley.
No obstante, finalmente la cuestión de confianza fue aprobada por un margen de votos a favor relativamente amplio.
Se espera ahora que el Congreso, en concreto la Comisión de Constitución, retome la discusión de los proyectos de ley del Ejecutivo.