POR: NOLBERTO ARATA HURTADO
Resalto dos nombres muy importantes para los americanos: el colombiano Joaquín Mosquera Figueroa y el peruano Vicente Morales Duárez, quienes significaron mucho para América y el mundo.
El día 13 de este mes hemos celebrado la independencia de Moquegua, pero en ninguno de los discursos se ha mencionado su importancia. No de manera directa, pero sí vital en las independencias de América.
En 1812, España no estaba gobernada por un rey, porque Fernando VII, quien debía estar en esa función, estaba preso en Francia.
Las Cortes tomaron la decisión de crear una Regencia (la tercera) y eligieron al colombiano Joaquín Mosquera Figueroa para ser el jefe que sustituía al rey, otorgándole el tratamiento de Su Majestad, es decir, el título reservado exclusivamente para el monarca.
Por tanto, un americano fue el rey de España en los momentos más terribles, ya que casi todo el territorio estaba en poder de los franceses, con José Bonaparte, hermano de Napoleón, como rey.
En simultáneo, las Cortes de Cádiz eligieron al peruano Vicente Morales Duárez, abogado graduado en la Universidad Mayor de San Marcos, para presidirlas y dirigir la discusión sobre la elaboración de la nueva Constitución.
Lamentablemente, su firma no figura en la Constitución de 1812, porque el día anterior sufrió un problema de salud, que se cree fue un envenenamiento. Sí figura la firma de Joaquín Mosquera.
En consecuencia, el Reino de España estaba al mando de dos hispanoamericanos, uno como rey y el otro como presidente de las Cortes, fundamentales en la redacción de una nueva Constitución con ideas liberales.
El 19 de marzo de 1812, se promulgó en España la Constitución de Cádiz, llamada popularmente “La Pepa”, por haberse firmado el Día de San José.
Esta Constitución, que fue aplicada en todo el Reino de España, establecía que todos los pobladores dejaban de ser súbditos y pasaban a ser ciudadanos con derecho a elegir y ser elegidos. Incluía a los aborígenes y analfabetos, pero excluía a las mujeres.
En Moquegua, esta nueva Constitución fue jurada por toda la población a fines de 1812, lo que dio origen a la realización de elecciones en todas las poblaciones, en cumplimiento de sus disposiciones.
En Moquegua, en aquella época, lo que hoy es Omate se denominaba Puquina, y allí ocurrió un hecho sin precedentes en todo el Reino: el 75 % de la población era aborigen y los españoles eran minoría.
El 15 de agosto de 1813, fue elegido un aborigen, lo que motivó que los criollos recurrieran la elección ante el tribunal de Arequipa. De acuerdo con lo dispuesto en la Constitución, la elección fue validada.
En 1814, Moquegua juró su primera independencia, acto que se atribuye a la solidaridad con la sublevación de Pumacahua. Sin embargo, también debe considerarse la influencia de lo sucedido en Puquina y las disposiciones de «La Pepa», una Constitución con ideas totalmente liberales que ofrecía nuevas opciones de acción a los pobladores americanos.
En relación con Vicente Morales Duárez, en el Perú casi no hay lugares que rindan homenaje a tan insigne personaje. En el Callao, hay una avenida con su nombre, y el Colegio de Abogados de Lima lo distingue con una medalla conmemorativa.
Reflexiono que este es el momento de brindar un recuerdo y homenaje a estos dos hispanoamericanos: Joaquín Mosquera Figueroa y, como peruanos, en especial a Vicente Morales Duárez, quienes, gracias a esa Constitución, generaron una nueva forma de concebir el ser humano y sembraron en las mentes una nueva forma de gobierno que se plasmó en la libertad de América.
