La selección asiática de Irán sorprendió en los descuentos y venció 2-0 a Gales que quedó con un jugador menos casi al final del tiempo reglamentario.

A los 15 minutos de iniciar el encuentro, Ali Gholizadeh anotaba el primer tanto del partido, pero el VAR se haría presente anulando el gol por posición adelantada.

En la segunda mitad, el dominio iraní era evidente, tres sustos llegaron a la portería de Gales a los 51’ cuando Sardan Azmoun disparaba al palo, la jugada continuaba y Gholizadeh remataba desde fuera del área un zurdazo que se estrellaría contra el poste derecho, el rebote le quedaba servido a Azmoun que cabecea y lo ataja el portero.

El portero Wayne Hennessey recibiría la roja directa a los 86 minutos cuando salía de su área a cortar una jugada en ofensiva cometiendo una violenta falta contra Taremi.

Los goles llegarían agónicamente en el adicionado, en el 90+8’, Roozbeh Cheshmi logró marcar el primer gol con un tiro lejano y tres minutos después (90+11’), Ramin Rezaeian sentenciaba el partido anotando el 2-0 final.