24.1 C
Moquegua
20.5 C
Ilo
21.7 C
Omate
20.9 C
Arequipa
20.3 C
Mollendo
19 mayo, 2025 2:11 pm

¡¿Ucronía portuaria?!

“Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos”- Fiódor Dostoyevski Dostowiysyk.

POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ

La ucronía, o historia alternativa, es un género literario que imagina mundos diferentes basados en hechos históricos que ocurrieron de manera distinta en el pasado. Por ejemplo, que los vencidos de una guerra hayan ganado o que un rey siga reinando porque no murió. Este género crea realidades ficticias en las que los hechos históricos sucedieron de manera diferente o no sucedieron en absoluto.

El momento que marca el cambio en la historia se denomina punto de divergencia o punto Jonbar, en honor a un personaje de un relato de los años 1930 que eligió diferentes caminos según un objeto que tomó. La ucronía se consolidó en el siglo XVIII y continúa siendo popular en libros, películas, series y videojuegos.

En este contexto, utilizaré el género de la ucronía en gran parte del presente artículo, cuyo motivo central son las ilusiones creadas en el ámbito portuario durante más de medio siglo. Estas ilusiones giran en torno a la necesidad de construir una “zona de abrigo”, que con el tiempo ha dado lugar a múltiples propuestas, personajes y comisiones que, en esencia, solo han permanecido en el papel.

Pero, al menos en esta ocasión, demos por buena la ucronía de que esa ilusión se convirtió en realidad: se construyó una “zona de abrigo” que, además, cuenta con un valor agregado, ya que es multiusos. Gran parte de ella está destinada a terminales secundarias, además de algunos principales. Para ello, se realizaron diversos estudios técnicos previos al diseño final y a la construcción, la cual tomó casi cinco años y se financió mediante un esquema de obras por impuesto. En el caso de Chancay, la iniciativa fue totalmente privada, liderada por una minera y una gran flota naviera china.

¡Y ya está construida! Protege el puerto de Chancay, que ahora ha reducido a menos de un mes los días en los que puede recibir barcos con carga proveniente directamente de China, pero no ocurre lo mismo con carga destinada a China, teniendo que recabar mercancía entre los puertos peruanos y mejicanos incluso, mediante el cabotaje.

Sin embargo, a pesar de ello, desde un enfoque económico integral que considera todos los frentes económicos y logísticos en la dinámica del comercio marítimo, la construcción de la zona de abrigo ha tenido un impacto limitado en la competitividad y en la calidad de los servicios del puerto de Ilo. A pesar de la ucronía, no se ha logrado atraer una cantidad significativa de barcos con bandera peruana o alianzas con flotas navieras internacionales de prestigio y capacidad para movilizar las cargas de exportación e importación originadas en el Perú.

¿Carga? Los niveles se mantienen, porque jamás se logró comprometer a ninguna naviera importante debido a la falta de volúmenes relevantes de carga en la región sur del Perú. Desde hace tiempo, y temo que en el futuro también, esa región carece —y seguirá careciendo— de una estrategia portuaria macroregional conjunta, atrapada en rencillas y egoísmos que solo buscan que cada región tenga “todo”, cuando en realidad no obtienen nada. Mientras tanto, el vecino del sur ya está construyendo relaciones económicas e infraestructuras que le dan sustento, en tanto que aquí no logramos aprovechar las potencialidades que nos brindan la geopolítica, la geografía económica, las redes ferroviarias y una empresa con amplia experiencia en el rubro ferroviario y comercial.

Nos limitamos a realizar eventos simbólicos, nombrar comisiones y hacer declaraciones grandilocuentes. Y, con ironía, me pregunto: ¿de qué serviría la zona de abrigo si no hay carga suficiente y carecemos de medios adecuados para transportarla, tanto por vía marítima como ferroviaria? Tendremos que acudir a la ucronía y soñar que la ficción, tras otro medio siglo, superó a nuestra triste realidad, producto de la soberbia y desinformación.

Análisis & Opinión