Tiburones de arriba y de abajo

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEM)   

La organización Ocean Perú con fecha 3 de abril del presente año publica el artículo “La crisis de la pesca de tiburón en el Perú” en la que indican que los pescadores del litoral peruano viven una grave situación por el tráfico ilegal de tiburón que en realidad no es propiamente todo el cuerpo del pez, sino de sus aletas.

Para entender el tema de la hipótesis de la crisis, comencemos afirmando que el Perú es uno de los grandes exportadores de las aletas de tiburón porque la demanda de algunos países del Asia y en especial de la China requieren excesivamente esta parte del animal marino para una sopa en los banquetes de las elites gastronómicas y la costumbre heredadas también por las clases medias de las dinastías aristocráticas chinas. Una sopa en ese país cuesta entre los 200 y 300 dólares y los estratos adinerados de ese país no escatiman en gastarlo para demostrar su estatus económico y los comerciantes en gastronomía están dispuestos a pagar 1000 dólares por kilo de aletas de tiburón.

La revista Conexión Ambiental afirma que en el globo terráqueo son 90 las especies de tiburones que pueden ingresar al mercado asiático, sin embargo, son cinco los que prevalecen en este negocio: el sedoso, el martillo común y el liso, el azul y el mako; agregan que cuatro de ellas están en extinción y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha propuesto la prohibición de su extracción.

Y el Perú es un gran extractor de tiburones y es legal, sin embargo, no controla ni regula bien la pesca del tiburón, a pesar de ello es una fuente de trabajo de miles de pescadores de alta mar y emblemático exportador de sus aletas.

La crisis se debe a que en el Ecuador está prohibida la extracción y exportación, pero aceptan las realizadas de manera incidental de tal manera que nuestro país se ha convertido en la puerta para ellos para exportarlo. Del país vecino del norte ingresan las aletas legales e ilegales camufladas por distintas latitudes marinas.

Nuestro mercado se satura con más del 40 % de aletas pues ingresan ilegalmente, según los expertos, aproximadamente son 200 bodegas clandestinas las que lo almacenan. La frontera marítima entre ambos países es una puerta abierta y a pesar de las pocas intervenciones policiales, aduaneras y marinas de ambos países el tráfico es incontrolable y sin límites. El atractivo precio de las aletas da pie al dicho: ¡no importa, todo vale¡!

La economía salvaje sin regulación ni control trae consecuencias. La primera, es que la sobre carga de aletas de tiburón en el mercado nacional está reduciendo continuamente los ingresos de los pescadores artesanales que, según Ocean Perú, antes recibían entre 50 y 80 soles por kilo y hoy solo entre los 8 y 10 soles el kilo.

El tráfico ilegal y la pesca ilegal traen consecuencias en el bolsillo de los trabajadores del mar. Por otro lado, estamos ante la extinción de los tiburones, es decir, estamos rompiendo el equilibrio de la cadena alimentaria marina y la bio diversidad del mar.

Alguien me anotó, mejor entonces, si desaparecen los tiburones, se incrementarán el bonito, atún, caballa, anchoveta, jurel y tendremos más pescados en nuestras mesas. Le conté lo ocurrió en una isla de bosques donde desembarcaron una decena de chivos que al no haber animales cazadores comenzaron a comerse todos los pastizales y árboles, al final quedo depredado sin árboles y sin los mismos chivos.

La deducción es que todo es una cadena, los tiburones regulan la población marina, sin ellos las otras especies devoraran sin límites los recursos de flora y fauna y se multiplicaran más y devoraran más agotando la naturaleza.

Los tiburones de abajo del mar tienen que existir, el problema está en los tiburones de arriba del mar que a veces son irracionales e inconscientes rompen el equilibrio ecológico ambiental. Por lo pronto es urgente el control del tráfico ilegal y darle más presupuesto y funciones a las Direcciones Regionales de la Producción. Anotemos que en Ilo en el año 2022 se desembarcó legalmente 8 mil TM de tiburones. Entonces este tema no nos es ajeno.

Aletas de tiburón – Foto Mongabay Latam

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