Desde hace 34 años solo quedó en mi retina memorística como algo inalcanzable. Saber de aquellas bandas que escuchaba en mi adolescencia y que tocaban en el mítico Rock in Rio ante miles de personas y no ser una de ellas, era altamente frustrante.
Con el tiempo los escenarios se abrieron y las posibilidades se hicieron reales; pude concretar un caro anhelo, viajar a Río de Janeiro y ser parte del festival musical de rock y multigénero más grande del mundo: Rock in Rio.
DESDE 1985
Son 20 ediciones desde aquel legendario 1985, cuando estaba en boga el heavy metal. En la primera edición había más presencia de bandas de metal y rock clásico, con poca participación de grupos o solistas pop; por ello que la preponderancia del rock, en general, le dio pie al festival a la denominación que aún permanece. Sin embargo con el tiempo, se han ido agregando componentes sonoros más modernos, en fin, eso no viene al caso. Las fechas para el rock y metal pesado, siempre están y a esas fui.
700 MIL PERSONAS
Rock in Rio 2019, fue un festival musical realizado en siete fechas y que congregó en total más de 700 mil personas. El día elegido para estar allí fue el 4 de octubre último. Tocarían las bandas de metal que toda la vida esperé ver, una tras otra, una tras otra, en un solo lugar, en un solo día: Iron Maiden, Scorpions, Helloween, Slayer, Sepultura, Anthrax, para qué más… A algunas de ellas las vi anteriormente.
EL VIAJE Y LAS CIUDADES
El viaje no fue muy pesado, aunque sí hubo que estar muchas horas en espera por el cambio de aviones entre Arica y Santiago de Chile. El primer destino en Brasil fue Sao Paulo, una ciudad de más de 21 millones de habitantes de donde tomé un bus a Rio de Janeiro, que es otra metrópoli enorme, con más de 13 millones de personas.
“EU NO FALAR PORTUGUES”
El idioma fue un detalle que presentó algunas inconveniencias. “Eu no falar portugues” era el primer mensaje que expresaba y con un poco de ayuda de la tecnología y algún carioca infundido de mucha paciencia, pude hacerme entender y entender sus palabras ante la incipiencia mía.
AMIGOS ARGENTINOS
Un día antes a la presentación de las bandas pude conocer en el hotel a Daniel Niemiz, llegaba desde Santa Fe, Argentina junto a su hijo Ignacio quien manejaba mejor el idioma portugués. Fue muy agradable encontrarlos y fuimos juntos al festival. Nos hicimos amigos en el momento, dada la coincidencia musical y vivencial.
EL DÍA DEL METAL
Llegó el día. Desde las 9 am. (Hora de Brasil) nos trasladamos en un taxi por casi una hora de viaje hacia la llamada Cidade do Rock, que se ubica en una inmensa ciudadela en donde se realizaron los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Lo primero era canjear la pulsera para el acceso oficial al recinto que a cada momento se llenaba de más personas. Aunque en principio fue complicado ubicar la zona para ese trámite, en resumen fue rápido y fácil. En ese ínterin conocimos a Luis, un limeño que también tenía el mismo propósito.
SEPULTURA, ANTHRAX
Al promediar las 5 pm ya se hacían escuchar los teloneros y luego empezó lo bueno con Sepultura, banda de thrash de Brasil que remeció el palco Mundo. Cronometrados para tocar por 30 minutos, enseguida fue la banda Anthrax con sus líderes, Scott Ian y Joey Belladona los que tocaron en otro escenario, palco Sunset. Ese era el ritmo de alternancia de escenarios. Las casi 100 mil personas, obvio, no podían trasladarse entre uno y otro palco, por lo que, los que estaban muy adelante, veían en pantalla gigante lo que ocurría en el otro. En medio de todo, optamos con los amigos seguir vuestras preferencias musicales personalmente.
HELLOWEEN
A las 7:30 pm el ambiente empezó a ponerse mucho mejor. El sonido era desde ya impresionante, envolvente y con mucha potencia. En el palco Mundo, tocó a la banda alemana de power metal, Helloween, que reemplazó a otra mítica del thrash: Megadeth, que canceló su presentación en Rio por problemas de salud de su vocalista. En fin, Helloween, se portó a la talla de una súper banda mundial e hizo vibrar a los miles de espectadores con sus clásicos de siempre: Dr. Stein, I Want Out, Future World, Eagles Fly Free y una buena performance de uno de los vocalistas, Kai Hansen con Ride The Sky. Era el esplendor de la noche.
SLAYER
Nuevamente en el palco Sunset, tocaría otra de las grandes bandas. Esta vez fue el turno de Slayer, banda de thrash metal que concitó atracción especial debido a su anunciado retiro de los escenarios después de 37 años de intensa carrera, siendo esta, probablemente, la última vez que tocarían en Rock in Rio. Dos días después se despedirían para siempre de los metaleros en un concierto en Chile.
El mosh pit con algunos momentos de wall of death fueron intensos e inolvidables, mientras que la multitud coreaba sus más grandes clásicos. Fue algo que esperaba personalmente concretar hace muchos años. Así sonaron en vivo los riffs de War Ensemble, Seasons In The Abyss, Mandatory Suicide, Hell Awaits, South Of Heaven, Raining Blood, Black Magic, Angel Of Death.
IRON MAIDEN
Una vez más, y ya para el final apoteósico del Rock in Rio, le tocó el turno a una de las bandas más emblemáticas del heavy metal, los británicos Iron Maiden, quienes entregaron el mejor de los espectáculos de la noche. En cuanto a lo musical, sus clásicos de siempre: The Trooper, Hallowed Be Thy Name, Fear Of The Dark, 2 minutes To Midnight, Revelations, además de la versión de The Sign Of The Cross, entre otros conocidos temas de esta popular banda. La escenografía fue otro factor importante que resaltó en la presentación de Iron Maiden, a ello se aunó la escenificación del símbolo de la banda, la mascota Eddie, una especie de androide que interactuaba con loas miembros del grupo mientras tocaban. Al frente, las casi 100 mil personas, vitoreábamos toda la puesta en escena. Otro detalle a destacar, es el incansable dominio escénico del frontman, Bruce Dickinson, quien a sus 61 años, sabe cómo hacer para que una corriente atraviese vuestros cuerpos al escuchar “Scream for me Brazil”
SCORPIONS
El festival más grande del mundo concluiría, tras una espera un poco larga, 45 minutos, con otra de las más grandes bandas de heavy metal de la historia, Scorpions. El despliegue y la performance de los alemanes fue muy bien recibido. Klaus Meine, el vocalista con 71 años a cuestas, aun controla bien su registro vocal para rememorar sus viejas canciones, como The Zoo, el clásico Wind Of Change, Blackout, la balada Still Loving You, para cerrar el Rock in Rio, con Rock You Like A Hurricane.
MÁS DE 16 HORAS
El día del metal en el Rock in Rio terminó a las 2 am. Las miles de personas desocupaban la gigantesca infraestructura. En otros escenarios aun había presentaciones de otros géneros musicales. Finalmente, nos reencontramos con Daniel e Ignacio para retornar seguros al hotel.
SE VIENEN MÁS
Este fue un festival que quedará marcado en la vida de los que fuimos a sentirlo, a vivirlo, pues experiencias como esta no se repiten así no más; aunque ya se anuncia para el 2020 la edición de Rock in Rio en Lisboa, Portugal y en el 2021 la versión paralela de este festival en Santiago de Chile.
CIDADE MARAVILHOSA
Si bien el tiempo de mi estancia fue corto, pude conocer algunos lugares. Río de Janeiro es una gran ciudad, y aunque es evidente la existencia de zonas de riesgo, las que visité y conocí se mostraban seguras, ordenadas y con su gente amable. Desde sus calles céntricas, altos edificios, autopistas, parques hasta las playas de Ipanema. Fue fantástico estar en este festival y en la Cidade Maravilhosa. Muito obrigado.