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Moquegua: minería y desarrollo económico y social

Las empresas más allá de los impuestos y las regalías, deben tener gestos amigables. Y en Moquegua los están teniendo. Necesitamos obras que resalten a nuestras ciudades modestas pero hermosas y que nos hagan sentirnos orgullosos ante propios y extraños.

POR: EDUARDO JIMÉNEZ LAZO     

Atento siempre a las noticias del Ministerio de Energía y Minas, y a la pandemia del coronavirus puedo apreciar que esta tragedia no ha afectado a las inversiones mineras en nuestro país las cuales sumarían los US$ 12,800 millones de dólares al 2021, impulsadas por la ejecución de los proyectos Quellaveco, en Moquegua, Mina Justa en Ica y la ampliación de Toromocho en Junín.

Nuestra patria ha mejorado su ubicación a nivel mundial, el año pasado ocupó el cuarto lugar como principal destino de la inversión minera y comparte con México el primer lugar en América Latina. Competimos con seis países: Perú, México, Chile, Brasil, Argentina y Ecuador que concentran el 90% de la inversión minera en América Latina.

INVERSIONES EN MOQUEGUA

En el Perú, Moquegua se ubicó como la región que más inversión minera captó en el primer bimestre del año 2021 al registrar 162 millones de dólares, según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía; suma que se explica por las obras de construcción del proyecto Quellaveco que lleva adelante el consorcio Anglo American – Mitsubishi.

Los moqueguanos en nuestra grata alianza con Anglo American Quellaveco estamos a la mitad del camino de este gran proyecto donde nuestros hombres y mujeres aportan reconocido valor, entereza, responsabilidad y trabajo. Asimismo, Anglo American Quellaveco en este corto tiempo, ha demostrado que tiene un compromiso social, un compromiso propio de una gran empresa moderna que quiere compartir sus logros en procura de lograr el desarrollo que anhelan sus pueblos, más aún en un momento en que juntos, trabajadores y empresarios debemos enfrentar la pandemia que nos acosa.

MINERÍA

Moquegua, nuestra región es minera. El cobre es la esencia de nuestra existencia y nuestro gran futuro. Desde 1960, con otra gran corporación amiga, la Southern Perú Copper Corporation   hemos compartido muchos retos algunas veces muy duros, pero la mayoría de ellos nos ha llevado a tener una vida más cálida y confortable.

Otros recursos, como la pesca, que alguna vez nos dio una aparente economía fueron de corto plazo. La agricultura es económicamente simbólica, pero importante pues nos permite decorar nuestros desiertos, surtir nuestra gastronomía y premiarnos con frutos bíblicos como las aceitunas y las uvas. Nuestra región tiene como fuente de ingresos la explotación minera, esa es la realidad y por lo tanto debemos fomentarla.

Somos una pequeña gran región y qué paradoja: tenemos dos de los más grandes yacimientos cupríferos del mundo en nuestros suelos: Cuajone que próximamente ampliará su capacidad de producción y Quellaveco, que debe comenzar a producir en el 2022, los que nos brindarán en un futuro próximo mayores recursos económicos que debemos utilizar con inteligencia, recordando el mensaje del padre del economía liberal, Adam Smith, descubridor también de la mano invisible del mercado, cuando señala que “ninguna sociedad puede prosperar y ser feliz si en ella la mayor parte de los miembros es pobre y desdichado”. Estamos logrando, entiendo yo, a la fecha un equilibrio y un entendimiento razonable, justo y amical el cual debe seguir mejorando en procura de una mayor producción y productividad.

Existe un clima político económico a nivel nacional, suramericano y mundial hostil contra la empresa privada. En Moquegua y nuestra patria debemos superarlo, no dando espacio a los agitadores comunistas, a los disociadores y anarquistas que se aprovechan del hambre y la desesperación de nuestro pueblo. Debemos ser sensibles a su dolor y desesperación. Pero a la vez, debemos ser claros y precisos y recalcar en voz alta que, si bien es cierto que hay un egoísmo anacrónico por parte de ciertos empresarios en la extrema derecha, hoy la patria corre el peligro de caer en manos de incompetentes y resentidos sociales comunistas que nos quieren conducir al caos económico, social y político, tal como sucede en Venezuela y Cuba. ¡Hoy no hay lugar para posiciones tibias, debemos rechazar el comunismo que encarna Pedro Castillo y optar por la libertad y la democracia!

Las empresas más allá de los impuestos y las regalías, deben tener gestos amigables. Y en Moquegua los están teniendo. Necesitamos obras que resalten a nuestras ciudades modestas pero hermosas y que nos hagan sentirnos orgullosos ante propios y extraños. Por ejemplo, en Ilo un malecón donde podamos practicar diversos deportes, aparte de pasear y meditar, frente al mar, frente a Dios. Distinguido y bello que debería extenderse hasta la playa Media Luna y que nos asemeje a Copacabana o Ipanema.

En la ciudad de Moquegua, otro gran malecón rivereño que encause ese río huraño y violento que riega a una bella campiña poblada de viñedos, sauces y melocotoneros, semejando a esos torrentosos ríos europeos, encausados algunos por el imperio romano.

Todas estas obras y muchas más deben ser diseñadas por urbanistas y arquitectos especializados. Cualquier improvisado no debe participar porque gracias a ellos tenemos obras que son mamotretos, que nos causan disgusto en vez de placer.

Esta pandemia ha desnudado a la América hispano hablante de Río Grande a la Patagonia. Falta salud, educación y trabajo. Ha puesto al descubierto, ha desenmascarado a los políticos incompetentes y corruptos. Mi esperanza, la esperanza de nuestros pueblos, es que los hombres de trabajo y valer, y la empresa privada honesta sin doblez, sean los llamados a ordenar nuestros pueblos y naciones para que tengan valores políticos, sociales y morales.

Y también no puedo dejar de señalar que muchos especialistas aparte de instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional e incluso el presidente Biden de los EE.UU. advierten que una ampliación de la desigualdad puede arrastrar al colapso a la economía de mercado en muchos países.

Las inmensas riquezas cupríferas tanto de Cuajone como de Quellaveco, deben posibilitar que sus ejecutivos creen un patronato o fundación que les permita estudiar y presentar a las autoridades proyectos y obras sustentables en el tiempo, vigilando además por la honesta construcción de los mismos, con aportes provenientes de los impuestos y regalías.

Para finalizar, hay gestos loables en los últimos años como la colaboración empresarial con la Universidad Nacional de Moquegua, en la cual participan distinguidos profesionales brindando sus conocimientos con el apoyo de los máximos ejecutivos tanto de la Southern Perú Copper Corporation y Anglo American Quellaveco, Oscar González Rocha y Diego Ortega Meneses respectivamente.

Moquegua merece una gran universidad nacional, que se distinga por ser un polo de desarrollo intelectual, tecnológico, científico, y de investigación y desarrollo en minería, generando conocimiento lejos de la gran metrópoli Lima, con docentes y alumnos competentes, orgullosos de su saber y su tierra.

¡Moquegua siempre Moquegua!

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