POR: ECON. GERMÁN REVILLA DELGADO
Desde 2015 hasta 2019, se observa una tendencia decreciente en los niveles de desnutrición crónica, alcanzando su punto más bajo en 2019 con un 1.4%. Sin embargo, a partir de 2020, se observa un aumento nuevamente en los niveles de desnutrición crónica, con fluctuaciones entre 2.2% y 2.9% en los años siguientes.
2015-2019: Reducción significativa en los niveles de desnutrición crónica, sugiriendo mejoras en las intervenciones de salud pública y nutrición.
2020-2024: Aumento y fluctuaciones en los niveles de desnutrición, con una notable alza en 2022 y 2023 (2.9%), y una ligera disminución en 2024 (2.5%).
Intervenciones Nutricionales: Probablemente hubo programas efectivos de suplementación y educación nutricional que contribuyeron a la reducción de la desnutrición.
Mejoras en el Acceso a Servicios de Salud: Incremento en la cobertura de servicios de salud y acceso a alimentos nutritivos.
Políticas Públicas: Posiblemente, políticas públicas y programas gubernamentales enfocados en la nutrición infantil y la seguridad alimentaria tuvieron un impacto positivo.
FACTORES PARA EL AUMENTO DESPUÉS DE 2019
Impacto de la Pandemia: La pandemia de COVID-19 pudo haber influido negativamente, interrumpiendo el acceso a alimentos y servicios de salud.
Condiciones Económicas: Deterioro de las condiciones económicas que afectaron la disponibilidad y el acceso a alimentos nutritivos.
Reducción en Programas de Intervención: Posible reducción o discontinuación de programas de intervención debido al redireccionamiento de recursos durante la pandemia.
IMPORTANCIA DE LA CONTINUIDAD EN LOS PROGRAMAS DE NUTRICIÓN
Programas Sostenibles: Los datos sugieren que los programas de nutrición deben ser sostenibles y adaptativos para responder a crisis como la pandemia.
Evaluación y Mejora Continua: Es crucial evaluar continuamente la efectividad de los programas existentes y ajustar las estrategias según las necesidades emergentes y los contextos cambiantes.
IMPACTO NEGATIVO DE LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA EN EL DESARROLLO INFANTIL
La desnutrición crónica afecta negativamente el desarrollo cognitivo y físico de los niños, comprometiendo su capacidad de aprendizaje y su salud general a largo plazo.
Los niños que experimentan desnutrición crónica tienen un mayor riesgo de enfermedades crónicas y complicaciones de salud en la edad adulta.
Los niveles de desnutrición crónica en la región de Moquegua han mostrado una tendencia fluctuante en los últimos años, con una notable reducción hasta 2019 seguida de un aumento posterior.
