POR: CÉSAR A. CARO JIMÉNEZ
A la frase de Camus, el genial autor de “La Peste” y “El Extranjero” entre otras geniales obras, solo cabría agregar que pareciera que tales características negativas están en la esencia de los seres humanos desde siempre, porque pocos ejemplos hay de lo contrario, como, por ejemplo, –pienso y recuerdo para no ser tan pesimista–, a Gandhi, Mandela y Mujica, entre otros.
Pero antes de continuar, cabe deslindar que tales pasiones no son democráticas, aunque muchos utilizan a las mismas en función de sus granjerías, mostrándose dóciles, sonrientes y humildes, como por ejemplo Vizcarra cuando cada miércoles bajo la batuta de PPK, efectuaba ejercicios gimnásticos en el patio de Palacio de Gobierno, en tanto cavilaba sobre que ruta tomar y a que aliados recurrir para llegar a la presidencia.
Ruta y aliados que encontró, usó y descartó por no decir traicionó.
Ruta y aliados que hoy trata de encontrar en el seno de Perú Libre, aprovechando la relativa amistad que logró con Cerrón cuando ambos eran presidente y vice respectivamente de la Asamblea de Presidentes Regionales.
Y aquí, antes de continuar, quiero recalcar que en lo que a mí respecta, he sido y soy leal a las ideas, antes que, a las personas, sobre todo a aquellas que en su vida parecieran decir con Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”
Frase última que pareciera que para Vizcarra es un lema y una actitud, que puede hacernos entender, por ejemplo, que el gobierno peruano avisará a través del canciller, que por valoraciones políticas se suspendía el permiso para que el avión de Morales en viaje al exilio en México aterrice a recargar combustible en Lima. ¡La cereza en la torta!
Atrás quedaban las reuniones bilaterales de los gabinetes ministeriales de Perú-Bolivia, en las cuales el proyecto estrella era denominado “Corredor Ferroviario Bioceánico Central” que pretendía unir atravesando Bolivia, a San Paulo con Ilo, que hubiese propiciado un fluido intercambio económico entre Bolivia y las regiones del sur peruano, permitiendo superar en gran parte el agobiante centralismo limeño. Pero tras elevarse desmedidamente el costo en la parte por la vía férrea entre Desaguadero y el puerto sureño, para buscar hacerlo inviable, el mismo fue archivado.
Pero eso sí, tras dejar plantado a Evo en Ilo y no asistir a la recepción en el terminal de ENAPU de una importante carga de importaciones bolivianas, Vizcarra no dejó de pasar mucho tiempo, viajó a Santiago de Chile donde con su presencia avaló una reunión efectuada entre Bolsonaro y Piñeira para acordar construir un Corredor Bioceánico Multimodal que parte en Puerto Murtinho, pasa por Paraguay, el norte de Argentina y llega a los 3 puertos del norte de Chile, sin atravesar territorio ni boliviano ni peruano. Según un buen amigo la conducta de Vizcarra muy bien podría hacerle merecedor de ser situado en el noveno circulo del infierno de Dante en “La Divina Comedía”.
Y más si recordamos que Evo lo invitó, cuando aún no era ni ministro, ni embajador, ni presidente, a visitar Cochabamba donde Bolivia iba a inaugurar dos plantas petroquímicas, oficiando Morales como un amable anfitrión, aparte de que también –a pedido del mismo Vizcarra–, dispuso que Bolivia diese su voto para que Luis Carranza Ugarte fuera ungido como presidente de la CAF.
Por todo ello tengo serias dudas, respecto a que sea acogido en el seno de Perú Libre, tanto por su conducta con Evo Morales, afín en ideas y amistad con Pedro Castillo, como también por el papel protagónico que jugó en el Grupo de Lima en cuanto a Venezuela y otro amigo ideológico de Castillo como es Nicolas Maduro.
Y más aún si consideramos que Vizcarra en estos momentos no le debe sumar mucho a Perú Libre, dado que aparte de los problemas judiciales actuales y los que se vislumbran, es previsible que los 208 miles de votos de los que se jacta hayan disminuido sustancialmente, porque dicha cantidad, –aparte de ser poca comparada con otros casos—, fue producto de sus incesantes viajes al interior del país injustificables desde un punto de vista de costo-beneficio, aparte que es previsible que muchos de los que votaron por su persona no deben estar muy contentos con su actual posición política, aparte del indudable costo de las revelaciones que se encuentran en el exitoso libro del periodista Paredes, que además ha servido para colocar en el imaginario popular una “chapa” que describe muy bien su real perfil.