POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS – ECONOMISTA DEL CEOP ILO
La revista “Financial Times” señala que el Perú “ingresa a la fiesta del Litio” pues hasta ahora esta solo la gozaban los yacimientos ubicados en el norte de Chile, norte de Argentina y sur de Bolivia a los que se les había denominado “el triángulo del litio”. La empresa canadiense Plateau Energy Metals en el 2017 descubrió en Puno los yacimientos de litio y fue bautizado como “Falchani” por la región en donde estaba ubicada.
Como anécdota se cuenta que la empresa buscaba uranio y lo que encontró en la superficie era insuficiente, pero posteriores análisis demostraron que si existía litio en zona roca dura y combinado más profundamente con el propio uranio. Se trata de uno de los primeros yacimientos de litio y uranio, en un área 93,000 hectáreas de concesiones, los recursos según la empresa Macusani Yellowcake de este tipo lo ubica en el sexto puesto entre los más grandes del mundo con 4.7 millones de toneladas, sin embargo, deberán realizarse más perforaciones para confirmar sus reservas.
La importancia del litio es cada vez más importante, ahora no solo es útil para la elaboración de las baterías de los celulares, cargadores y otros instrumentos de almacenamiento de energía, ahora se suma los automóviles eléctricos que todo indica que comenzará una línea muy ascendente y requerirá más litio.
Plateau Enegy anunció que en principio podría producir 5 o 6 millones de toneladas de rocas de litio al año y obtener 50,000 toneladas de carbonato de litio, secundariamente el uranio estará supeditado al mejoramiento de los precios internacionales. Entonces, dada las premisas, el triángulo se convertirá en cuadrante incluyendo a Perú entre los potenciales.
Pero, como en todas las iniciativas emprendedoras surgen controversias y efectos, hace más de un año empezó un litigio entre el Ministerio de Energía y Minas con Macusani Yellowcake, la primera señala no ha cumplido las normas y procesos administrativos, mientras que la segunda indica lo contrario.
Otra interrogante es si volveremos a caer en la maldición de los recursos naturales, exportamos el litio sin darle valor agregado, si esta actividad económica será nuestra nueva oportunidad para mejorar nuestras condiciones de vida, si los beneficios tributarios serán distribuidos equitativamente, si los precios lograran recuperarse y si la región del sur y los puertos serán englobados en sus beneficios.
En el tema del valor agregado y la maldición de los recursos nuestros países productores del litio aplican distintas estrategias.
Bolivia apostaba a que la productora sea estatal y aliarse con empresas internacionales para producir baterías para celulares y vehículos. El proceso no avanzó por dificultades de capacidades tecnológicas, tema de costos y se frustro por la crisis política. Será un tema para el próximo gobierno.
Argentina y Chile se condicen con varias dificultades, la primera es la alta especialidad tecnológica para el litio porque tenerlo no basta hay que transformarla químicamente en carbonato de litio, o hidróxido de litio, sigue la cadena de la producción con los cátodos, celdas para llegar a las baterías.
El siguiente son los costos y los mercados, Transportar a las grandes ciudades las baterías implican el costo de transporte marítimo y la competitividad de la China que concentra el 60% de la producción de ellas.
En estos países la inversión es del sector privado y el Estado facilita alianzas con empresas extranjeras con exoneraciones para que fabriquen baterías. Sin embargo, si la compra de vehículos eléctricos, paneles crece podrían asegurar una logística para darle mayor valor agregado al litio.
Y la provincia de Ilo, ¿qué interés podría tener en el tema? Podría ser la posibilidad de ser el puerto de exportación del litio puneño o el boliviano. Como decimos es una posibilidad que a veces solo queda en eso, tan igual que la petroquímica, lomas de Ilo, puertos, tren bioceánico y otros. La diablada política se atraviesa esparciendo negatividad, bloqueando los sueños e impidiendo el desarrollo, sumemos a la pandémica y llegar a buenos resultados tiene barreras muy altas. ¡Que no cunda el pesimismo, sigamos soñando para alimentar nuestra autoestima y fe que podemos construir el milagro con el oro blanco (el litio) que es el insumo del futuro!