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Las seis dimensiones de la revolución mundial

Por: Edgard Norberto «Beto» Lajo Paredes   

El año 1961 se publicó el extraordinario libro “Las Seis Dimensiones de la Revolución Mundial” de Manuel Seoane, una segunda edición salió en 1984, nos dice: “Este no es un libro para especialistas. Está destinado al Juan Pueblo de la América Nuestra, que sufre su desesperanza, ajeno a la aurora que adviene” (Okura Editores, 1984, p. 35). Los Editores, dicen: “Seoane, … se adelantó… a escritores de otras nacionalidades que han alcanzado gran éxito publicitario… a Jean Jacques Servan Schreiber autor de El Desafío Americano y, sobre todo, a Alvin Toffler que causó sensación con sus libros El Shock del Futuro y La Tercera Ola.” (p. 5).

DIMENSIONES DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL

Didácticamente, explica: “¿Qué significa una Revolución Mundial? Revolución es un cambio profundo, brusco, a veces pacífico, como el que conmueve las bases de la contemporaneidad. Esta definición directa y simple elimina disquisiciones que complicarían el problema… Es Revolución Mundial, porque su remolino arrastra todas las regiones, incluso las más lejanas de los centros motores y engloba los más profundos estratos sociales… Crece una ajustada interdependencia internacional, y surgen, como efecto, las bases de organismos que, tarde o temprano, asumirán la forma de Gobierno Mundial” (p. 39).

CON BRILLANTEZ EXPONE SUS DIMENSIONES:

“1. Revolución Militar. El hombre es dueño de una satánica potestad devastadora. Los ejércitos pueden disminuir sus efectivos, pero aumentan su potencia de fuego… La técnica militar se revoluciona hasta su esencia. Son inútiles las experiencias anteriores. El afinamiento del poder destructivo es un gigantesco boomerang: la guerra nuclear destruye, pero no defiende; arrasa y aniquila, pero no evita, sino que provoca la propia destrucción, absoluta, sin remedio ni excepción.” (p. 35).

“2. La Segunda Revolución Industrial. Marx y Engels demostraron que el modo de producción determina, de manera general, la relación de los factores en la superestructura social. Pero sus vaticinios pesimistas y sus recetas políticas, se basaron en un modo de producción limitado a la energía disponible en el siglo XIX, cuando la máquina de vapor dio al ser humano su primer auxilio trascendente. No previeron el caudaloso torrente de fuerza mecánica que permitiría mejorar progresivamente la condición del trabajador, con jornada de labores más corta, con nivel de comodidades más alto, con mayor cantidad de bienes de consumo. La segunda revolución industrial (hemos pasado la tercera revolución industrial de transformación tecnológica y económica, iniciado en los años 70. Estamos en la cuarta revolución industrial de los TICs, la robótica e inteligencia artificial) cambia repentinamente la condición de las clases, sus antiguas funciones, y forja un tipo distinto de sociedad.” (p. 36).

“3. La Revolución en la Ciencia. La ciencia ha penetrado el arcano que ocultaba la constitución de la materia. No solamente la imita, produciendo en los laboratorios análogos de síntesis, sino que avanza, y forja los no previstos en el vasto Catálogo de la Naturaleza… se afirman nuevos apotegmas sobre siglos de yerro o desconocimiento” (p. 36).

“4. La Revolución contra el Acaparamiento…, aquí y allá se democratiza la propiedad, poniéndola al alcance de los más. En Estados Unidos, país de las grandes fortunas, se considera monopolio la posesión de una cuarta parte de las acciones de una empresa. Informes de las Naciones Unidas establecen que la propiedad agraria no se justifica ni ociosa ni como latifundio, ni con rendimientos por debajo del nivel mínimo. Vale decir, surge una revolución antifeudal o antimonopolística, pacífica aquí, violenta allá, con aciertos o yerros, avanzando indetenibles hacia su realización cabal.” (p. 37); impulsemos la revolución antimonooligopólica, porque el Aprismo es “no quitar riqueza al que la tiene, sino, crear riqueza para el que no la tiene”, evitar la acumulación de riqueza en pocas manos, y el estancamiento de trabajadores y pequeños empresarios.

“5. La Revolución Anticolonial. El África, colonizada, se emancipa… El inerme Celeste Imperio (China)… anuncia su amenazadora Bomba Atómica (ahora es la segunda economía del mundo) … uno de cada dos soldados del Imperio británico venía de la India… Hoy la vasta península asiática… es una nación con andaderas propias. (integran los BRICS. Rishi Sunak, de origen hindú, es el Primer Ministro inglés). En América Latina, … no sólo no desembarcan… marinos norteamericanos, sino que una creciente interdependencia la liga con los siete mares del mundo.” (p. 37).

“6. La Revolución de los Pueblos-Continentes… enrumbando, con altibajos e intermitencias, hacia la coexistencia pacífica… Es la revolución en las categorías nacionales, que condiciona el concepto de soberanía, y abre las puertas a la Era de los Pueblos-Continentes.” (p. 37 y 38). Ejemplos: Unión Europea, África y Latino o Indo América.

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