POR: NOLBERTO ARATA HURTADO
Desde la Universidad de Harvard, una de las más importantes del mundo, tienen interés en comprar dos libros publicados por la Universidad Nacional de Moquegua (UNAM). Recurriendo a los datos en Internet no logran establecer comunicación y encargan a “Libros Peruanos” adquirirlos. Esta es una entidad peruana que atiende pedidos de libros de todas las universidades del mundo.
Por vínculo amical, me contactan indicando las dificultades que tienen para vincularse con la UNAM y la necesidad urgente de atender el pedido.
Recurro a conocidos, y me informan que el profesor Yoni Laqueticona es el responsable de atender los requerimientos de libros y me proporcionan su número telefónico.
Lo llamo. No contesta. Entiendo que, al ser un número desconocido, no me atiende.
El día 9 envío un mensaje por WhatsApp solicitándole apoyo para adquirir dos libros:
“Estudios históricos del sur peruano: homenaje a Shozo Masuda.” Autor: Gustavo Valcárcel Salas y Pedro Peralta Casani.
“Sitio arqueológico Vizcachas. Sector A.” Editado por Anglo American Quellaveco, año 2023.
Le escribo:
- “Apreciaré su información de precio, horario para adquirirlos y si entregan factura. Gracias por su atención.”
Su respuesta es:
- “Buenas tardes, por los libros sí se entregan facturas o boletas.”
La respuesta es deficiente; no incluye la información sobre los libros, que es lo más importante.
Ante esta deficiencia, reitero el pedido de información con el siguiente texto:
- “¿Los tienen disponibles? Precio y horario de atención”.
Al no tener respuesta, llamo el 13 de enero y me indica que me atenderá en horas de oficina.
El martes 14 me responde:
- “Estudios históricos del sur peruano” está disponible al precio de 20 soles. El horario de atención es de lunes a viernes, de 8:00 a 13:00 horas y por la tarde de 14:00 a 16:30 horas.”
El jueves, a las 15:00 horas, llego a caja y encuentro una fila. Espero 20 minutos. Al pagar, indico a la cajera que emita factura. Me responde que ella no entrega facturas y que debo esperar a otra cajera que sí las genera. Reclamo que ello es una deficiencia. De todas maneras, debo esperar.
Llega la otra cajera, y pido el libro Estudios históricos del sur peruano. Me indica que no está disponible en el catálogo. Le muestro el mensaje enviado por el profesor Yoni. Toma nota de ello y me dice que irá a consultar. Regresa 10 minutos después reiterando que no está a la venta. ¡Increíble! Tantos mensajes y nunca informó que no estaba disponible.
Compro otro libro y me indican que debo ir al tercer piso a retirarlo.
En el tercer piso, encuentro muchas oficinas, pero en ninguna se indica el nombre. Pregunto a unos trabajadores y no saben; recurro a otros, quienes sí me orientan. En la oficina de los libros, pido a la señorita que atienda mi pedido. Llama a una persona para que le traiga la llave del depósito. Otros cinco minutos.
Al recibir mi pedido, pregunto por qué “Estudios…” publicado hace tres años, en octubre del 2021, aún no está disponible. Me indican que aún no han firmado la resolución autorizando la venta.
Lo narrado no es fantasía. Es la perversa burocracia e ineficiencia en la gestión administrativa y operativa de los distintos aspectos de la Universidad Nacional de Moquegua (UNAM), pagada con los recursos del canon de los moqueguanos.
Señor rector, tome acciones correctivas para lograr eficiencia integral en la universidad. Hay ineficiencias en caja y en el manejo puntual de la información. Identifique las áreas para facilitar el acceso a ellas. Que los funcionarios tengan la capacidad de brindar la información solicitada y que el responsable de imagen institucional actualice los datos de la web.
¡Que no haya más caos! Es su responsabilidad que la Universidad de Moquegua sea un referente en la formación profesional y en su gestión integral.